El Ayuntamiento de Zaragoza presentó ayer el programa de actos para la semana cultural Pilar21 con la que se sustituirá a los nueve días de fiestas que deberían celebrarse en condiciones de normalidad sanitaria. Y lo hizo con unos datos que van a convertir la semana cultural del 9 al 17 de octubre en la más completa de la historia de los festejos populares de la capital aragonesa: más de 250 actos, 50 espacios repartidos por todos los barrios de la ciudad, 100.000 entradas gratuitas y 2.000.000 de euros de presupuesto.

Con una media de casi 30 convocatorias diarias, porque a la programación municipal hay que añadir la de la iniciativa privada, en la semana del Pilar no habrá fiestas, pero lo parecerá. Aunque con aforos, habrá conciertos al aire libre, teatro, danza, magia, circo, jotas, ferias, cabezudos, gigantes... y ofrenda. De entre los actos icónicos solo faltarán a la cita el Rosario de cristal, la feria taurina, las vaquillas, el pregón y los fuegos artificiales.

No es un caso exclusivo de la capital aragonesa, porque a lo largo de julio y agosto –los meses de las fiestas patronales de casi todo Aragón– los municipios han ido sustituyendo la tradicional programación por los mismos actos, aunque rebautizados como culturales. En algunos incluso salieron ganando, porque los actos en viernes, sábados y domingos se alargaron durante un mes.

La posibilidad de que Zaragoza pudiera celebrar fiestas se daba por hecho mucho antes del verano, aunque no fuera oficial, porque se confiaba en que el avance de la vacunación sería importante y esta reduciría la incidencia del covid , como así lo demuestran los datos actuales.

Por otra parte, la vuelta de la cultura a la vida de los aragoneses, aunque lentamente y con la aplicación de las medidas de seguridad sanitarias, hacía pensar, al menos, que una programación reducida sería factible. Como así ha sido.

Es posible que se tema el efecto llamada que ejerce la marca Fiestas del Pilar, no en vano el pasado año y sin fiestas supuso un incremento considerable de los contagios, pero ni siquiera el calendario va a ayudar. El día del Pilar, festivo nacional, cae este año en martes con lo que, como es tradicional, este puente se notará en Zaragoza, independientemente de que se llame semana cultural o fiestas.

Lo que es deseable es que los zaragozanos y los foráneos piensen en que hay que seguir respetando las normas sanitarias porque el virus sigue ahí. Y que como dice el cartel de la semana cultural hay que actuar con corazón y con cabeza.