Que a los 91 años todavía se puede ser joven nos lo acaba de demostrar el actor y director de cine estadounidense Clint Eastwood, quien a esta edad no solo ha dirigido 'Cry Macho' (su penúltima película) sino que también la ha protagonizado.

El otrora 'Jinete Pálido'' y sempiterno vaquero bueno del poncho y cigarro en boca de 'Por un puñado de dólares', encarna en esta 'road movie' y atípico wéstern a un vetusto (que no viejo) cowboy con alma de adolescente, con sobrada capacidad para enamorarse, enamorar y aún de ser el inesperado maestro de un muchacho sin esperanzas a quien, a través de sus enseñanzas, devuelve la alegría de vivir.

Gallo de pelea

En la película, 'Macho' es el nombre de un gallo de pelea (del que el muchacho es el dueño) y' cry' se podría interpretar como «el canto del gallo» (en su tradicional interpretación simbólica, identificado con el sol y el renacer de la vida) que reafirma su identidad no en la feble prepotente chulería, sino en la bondadosa ternura. Y si se analiza la filmografía de Clint Eastwood, esta premisa subyace en la práctica totalidad de sus películas, desde 'Sin Perdón', pasando por 'Million dollar baby', hasta 'Cartas desde Iwo Jima'.

Después de ver 'Cry Macho' no pude dejar de acordarme del escritor estadounidense Jack Kerouac (autor de culto para la generación beat de los 50) y de su libro 'On the road'. Y es que buena parte del metraje de esta película transcurre por pueblos y carreteras del desierto de un Méjico ambientado en la década de los 70. Unos escenarios tan desolados como hermosos, a través de los cuales el director nos muestra la bella interacción que nace del encuentro entre la hospitalaria cultura del pueblo mejicano (de raíces hispanas) y la más distante de un forastero tejano, de raíces anglosajonas.

De manera que, sumergido en la atmosfera beat (nombre del que, por cierto, tomaron los imperecederos The Beatles el suyo) de la película, me vino también directamente a la memoria la portada del álbum de un magnífico disco, titulado 'Otro lugar bajo el sol' en la que aparece la imagen de un flamante gallo oteando un rosáceo paisaje desértico. Este disco, grabado en 1991, pertenece al grupo aragonés El Frente y las hermosas canciones que contiene (letra y música) fueron compuestas por el músico, historiador y profesor de universidad aragonés Gabriel Sopeña.

Y no por casualidad, tanto en el título como en la contraportada de este estupendo LP, Gabriel Sopeña insertó una sugerente cita de Jack Kerouac: «Y pasara lo que pasara, había que salir corriendo adonde está tu lugar bajo el sol», referencia que el escritor estadounidense toma de la expresión 'bajo el sol' (en la Tierra) que, en más de 20 ocasiones aparece y se repite en Eclesiastés, el libro más humano la Biblia.

Haciendo camino al andar

Y llegados hasta aquí, cómo ver 'Cry Macho' y no rememorar el argumento del wéstern 'Amigos bajo el sol', dirigido en 1951 por Kurt Neumann, en el que un curtido cowboy que conduce su ganado camino de Santa Fe (en el estado de Nuevo Méjico) se encuentra en su camino con un joven, hijo consentido de un rico propietario, que ha abandonado su hogar. Con el transcurrir de los días, el sabio vaquero logrará transformar al desnortado muchacho en un hombre, consciente de la importancia que en la vida tienen valores como la disciplina, el trabajo en equipo y el respeto hacia los demás.

Así, desde la serena mirada que proyecta el ocaso, la figura de Clint Eastwood aparece en esta, su penúltima película, silueteada a contraluz, machadiana, como un último beatle haciendo camino al andar, en la certeza de que –contrariamente al decir popular– siempre hubo, hay y habrá algo nuevo y hermoso que encontrar bajo el sol.