Afinales de 2015, comencé una aventura, me afilié a Ciudadanos convencido. Convencido con que había que buscar cambiar la situación a la que había llegado la política en España. Donde la falta de transparencia, las puertas giratorias y los escándalos se sucedían día a día entre los dos partidos históricos que habían alternado gobiernos durante 40 años. Cuando me afilié a Ciudadanos, el partido respiraba transparencia y espíritu constructivo. Se hablaba de propuestas y no de tapar escándalos de pucherazos, o dejarse el camino allanado para no tener que pasar por unas primarias. Ahora ese partido que me enamoró y me hizo creer que había una posibilidad de cambio ha pasado a ser y hacer las cosas igual de mal que los partidos clásicos a los que venía a regenerar.

Las luchas de poderes internas solo persiguen buscar un cargo a políticos profesionales o asegurar una buena pensión a dirigentes que dejaban de estar bien vistos en sus respectivos mundos laborales. El partido se ha convertido en el juguete de unos pocos que hacen y deshacen únicamente pensando en lo mejor para sí mismos. Políticos que van a tener el dudoso logro de arruinar dos proyectos políticos donde han tenido responsabilidades orgánicas y políticas. Desde que los altos cargos de Ciudadanos descubrieron las excusas… se acabaron las responsabilidades. Nadie asume que no están haciendo las cosas con diligencia, buen talante y transparencia. Todo son excusas para justificar lo injustificable, lo que los propios implicados califican de forma distinta según les toque a ellos o a sus contrincantes políticos. Cosas como «prensa no afín», «ex cargo resentido»... son las justificaciones «tipo» con las que se excusan normalmente.

Por ello me veo obligado a dejar este proyecto que ha cambiado. No es el mismo que en 2015, no es el mismo que me enamoró entonces. Por ello, presento mi dimisión cómo Coordinador Provincial de Ciudadanos en Zaragoza y me doy de baja de la afiliación.

Respecto al acta que ostento como concejal del Ayuntamiento de María de Huerva, la dejaré. Siempre he respetado todos los documentos que firmo. Para mi la palabra es algo más que un eslogan político y por ello, haciéndome responsable de la carta ética que firmé antes de encabezar las listas de Ciudadanos María de Huerva, dimitiré como concejal del Ayuntamiento.

Muchas gracias a todas las personas que he podido conocer en este viaje, ha sido maravilloso poder compartir la ilusión y las ganas por mejorar con todos ellos. Y, en especial, a mi familia y amigos que me han apoyado en este viaje de forma incondicional. Gracias.

*Ex coordinador provincial de Ciudadanos y concejal del Ayuntamiento de María de Huerva