Opinión

Resurrección

Sala de máquinas

La literatura sobre cementerios y difuntos, sobre todos y cada uno de los fenómenos derivados de la muerte, es tan rica como inabarcable, pero siempre resulta posible descubrir alguna nueva pieza tan original o sugerente como 'La resucitada', el cuento de Emilia Pardo Bazán que acaba de caer en mis manos, editado, junto con una selección de relatos suyos de terror, por el sello Nórdica, con bellas ilustraciones de Elena Ferrándiz.

En 'La resucitada', la condesa de Pardo Bazán demuestra que su dominio de los géneros literarios no era puramente teórico, pues unos y otros los ponía en práctica con singular pericia.

A ella, por ejemplo, se le debe el primer relato detectivesco o de género policial de las letras españolas, 'La gota de sangre', en cuyas páginas alienta el que podríamos considerar asimismo como el primer investigador de la tradición policíaca española: el comisario Selva.

En 'La resucitada', un cuento breve, pero de puro terror, doña Emilia se inspira en esa tradición europea (Hoffman, Dumas…) y norteamericana (Nathaniel Hawthorne, Edgar Allan Poe…) cimentada en cadáveres insepultos, resurrecciones, vampirismo o presencias zombis derivadas de un entierro apresurado o de alguna clase de intervención sobrenatural…

Más allá, sin embargo, del aura o herencia romántica, Pardo Bazán fue capaz de dotar a su relato de una pátina de siniestro humor que lo hace distinto, más cercano y nuestro, más español. Esa resucitada mujer que sale de la tumba para regresar a su hogar será la misma, más asustada, pero su mayor pavor, más intenso aún que el despertar en su féretro, se lo provocarán sus propios familiares, con su negativa y temerosa reacción frente a su aparente resurrección. ¿Quién sabe —se preguntará ella, defraudada por los contrarios sentimientos que desde que regresó viva de la cripta inspira a los suyos—, si en el más allá no la tratarían mejor?

Una excusa, en cualquier caso, sea o no Todos los Santos, Día de Difuntos o Halloween, para recuperar la lectura de Emilia Pardo Bazán. En este caso, sus cuentos de terror, asombrosos, tenebrosos, y en algún caso, como en 'La resucitada' hasta cierto punto irónicos.

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