Opinión

Bla bla bla

De críos usábamos esta expresión cuando considerábamos que lo que nos estaban diciendo no era de nuestra incumbencia y de esa forma demostrábamos nuestro desinterés, no exento de cierta burla. De mayores seguimos usando el bla bla bla, pero su aceptación es diferente, ya que con esas palabras nos referimos con desprecio a todo aquello que se nos dice y que son palabras vacías, sin recorrido y que sumadas unas a otras construyen relatos imposibles de creer y que por sí mismos se precipitan al vacío, a ese vacío al que parecemos abocados todos ante tanto bla bla bla.

Los mayores hacen mucho ruido con sus cosas, pero eso no significa que tras el ruido haya un guion confortable y seguro, más bien lo que hay es prisas por asegurar un éxito inmediato, olvidando que el éxito real está en lo que hayamos conseguido legar para los que estén por aquí dentro de un siglo, pero tal y como pintan las cartas parece ser que dentro de un siglo estaremos peor que ahora: la tierra estará más enfadada por la forma cruel en la que la hemos maltratado, las enfermedades infecciosas superarán cualquier récord imaginado, los ricos serán más ricos y los pobres infinitamente más pobres, habrá fantasías para poblar la luna mientras en el planeta tierra los niños, se contarán por miles, morirán de hambre y la violencia despiadada seguirá persiguiendo a las mujeres en un mundo que no habrá sabido resolver ninguna de sus grandes contradicciones, diría más bien pecados.

Pero eso poco importa, porque siempre hay un primo de Rajoy dispuesto a asegurar que el cambio climático no existe, que eso es un invento de unos cuantos fanáticos, insumisos del sistema, que quieren acabar con él. Pobre primo de Rajoy, desilustrado y torpe, y que sin embargo con su bla bla bla llevó a un presidente a afirmar lo mismo, olvidando que el planeta alertaba por los cuatro costados con todas sus heridas abiertas y sus inmensas cicatrices de las que dolorosamente se intentaba curar. Pero eso nada importó y lo del Prestige eran unos simples hilillos y así la tierra siguió siendo torturada, como si nada.

Nos han engañado una y otra vez y lo peor de todo es que eran y son conscientes de que lo están haciendo y así cada uno se agarra a su bla bla bla para justificar lo injustificable, que son las puertas giratorias que solo alimentan monstruos del dinero y del poder o para justificar la infamia de dejar morir a pueblos que una vez sometimos en pro de nuestros propios intereses.

Y con su bla bla bla cada cual justifica a sus demonios y los quema en la hoguera pública de su insaciable e insensata estupidez.

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