Opinión | Editorial

La izquierda se conjura para recuperar Zaragoza

El PSOE aragonés celebró ayer la primera parte del congreso en el que hoy reelegirá sin ninguna fisura interna a Javier Lambán como secretario general. Es, sin duda, uno de los congresos más plácidos de cuantos ha vivido el partido socialista, que parece haber enterrado definitivamente los espectáculos poco edificantes de división que dio en sus anteriores congresos. Hoy han optado por el pragmatismo y así se evidenció en las intervenciones de ayer, tanto de Lambán como de Pedro Sánchez, que ha ido dejando por el camino a quienes le ayudaron a volver a dirigir el partido y ha sabido integrar a quienes en su día fueron sus adversarios. Los socialistas están hoy cohesionados porque saben que es la única forma de llegar fortalecidos a los próximos retos electorales. Es vital para ellos mantener el Gobierno de España y el de Aragón, y tienen el desafío de desbancar a Jorge Azcón de la Alcaldía de Zaragoza y recuperar una de las capitales clave, que dejaron de gobernar en 2015. En las intervenciones de ayer quedó claro que apuestan por la actual líder de la oposición, Lola Ranera, que sustituyó a la candidata Pilar Alegría, quien ganó las elecciones en 2019 pero no pudo sumar los apoyos suficientes ante una izquierda dividida y la estrategia de Ciudadanos de pactar con la derecha.

El PSOE tiene fijada la vista en Zaragoza, y está muy pendiente también de los movimientos que pueda dar Azcón, que va a presidir el PP de Aragón y al que las encuestas le dan unos excelentes resultados que le acercaría a la mayoría absoluta en la ciudad de Zaragoza. Eso siempre que no dé el salto a la política autonómica y sea el candidato de los conservadores. Una decisión que, aunque improbable, no está descartada. Ocurra lo que ocurra en la derecha, los socialistas saben que su principal desafío en Aragón está en la capital aragonesa. También lo saben los partidos a la izquierda del PSOE, que por una serie de errores perdió la alcaldía que ganó en 2015. La confluencia de diversos partidos y movimientos sociales llevaron a Pedro Santisteve a la Alcaldía, pero esta confluencia no se pudo reeditar en 2019, lo que propició una fragmentación de votos que beneficiaron al PP.

Izquierda Unida celebró ayer su asamblea local en la que salió elegido coordinador Javier Gimeno en sustitución de Raúl Ariza. IU tiene claro, y así lo dejó bien patente ayer, que no se pueden repetir los errores y que hay que sumar esfuerzos para reeditar una candidatura de confluencia que les permita presentar una alternativa real de gobierno. Esta confluencia, más compleja en las elecciones autonómicas, se hace vital si quieren tener opciones. A un año y medio de las elecciones municipales, toda la izquierda sabe que debe atinar si quieren recuperar Zaragoza.

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