Abandono, viene a definirse como la falta de amparo o protección. Eso es lo que ha conseguido el Gobierno con la propuesta de modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana.

No tenemos bastante con que los policías y guardia civiles cobren muchísimo menos que las policías autonómicas, y no quieran equipararlos salarialmente, sino que ahora toca modificar la ley de seguridad ciudadana para dejar más desprotegidos a los agentes.

Las propuestas de modificación adolecen más a criterios oportunistas que a jurídicos.

Las personas que se nieguen a identificarse solo pueden ser retenidas dos horas en vez de seis horas. No pasa nada, como hay poca saturación en las inspecciones centrales de guardia, sin contar que la guardia civil tiene un amplísimo territorio que cubrir y pocos efectivos, cuando una mujer este poniendo denuncia de malos tratos graves, le tendremos que decir que espere porque hay que realizar urgentísimamente la identificación de la persona que voluntariamente se niega a hacerlo. Puestos a ser populistas todos podemos serlo con este ejemplo. No contento con ello, la persona que obstruye la acción de la policía para identificarla, los policías y guardia civiles tendrán que hacer de taxistas y llevarla a donde estaba. Algo realmente aberrante.

Las manifestaciones espontaneas no hay que comunicarse. Esto creará una inseguridad jurídica de grandes dimensiones, y provocará que no haya responsables de las manifestaciones ilegales.

Respecto al material antidisturbios, se utilizará el menos lesivo. Esto ya se hace, los policías en las manifestaciones lo único que hacen es defenderse como se puede ver en las mismas, dado que la agresividad es tan brutal hacia ellos que ahora encima tendrán que estar agradecidos cuando les tiren un adoquín del suelo, una piedra o una botella con gasolina dentro.

Por si fuera poco, grabar a los policías no es infracción administrativa. Esto conllevará que cuando sean reconocidos en su esfera personal tengan muchísimos problemas y produzca una merma grave de su seguridad y de su familia.

El atestado policial perderá presunción de veracidad, lo que va a producir el bloqueo absoluto de los procedimientos volviendo a una inseguridad jurídica muy grave.

Si ya ser guardia civil y policía es una profesión de riesgo, en cuanto se apruebe esta reforma, ya pueden tener cuidado los miles de agentes que se juegan su vida por nosotros.

Porque, no debemos olvidar, que ser policía o guardia civil es una profesión vocacional, donde el honor es la principal divisa, y donde anteponen la vida de un ciudadano respecto a la suya propia, y por desgracia los políticos los quieren abandonar más si cabe todavía.

¿Quién defiende a quien nos defienden? .

*Abogado Asociación Mayoritaria de la Guardia Civil JUCIL. Abogado Sindicato Mayoritario Policía Nacional JUPOL