Opinión

Zaragoza se incorpora como otro actor electoral

El debate del estado de la comunidad ha tenido este año un elevado nivel político, con muchas propuestas concretas, anuncios y, también, intenciones. Una de ellas ha quedado clara: la ciudad de Zaragoza es un objeto codiciado en la pugna electoral de dentro de año y medio. Hay varios motivos que explican que ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, realizara anuncios concretos que afectan a los vecinos de la capital aragonesa. Por un lado, la necesidad de reforzar la posición de su partido, el PSOE, en el consistorio. Tras un inicio de mandato corporativo en el que su portavoz era Pilar Alegría y los socialistas no se habían recuperado de una victoria electoral que, sin embargo, no les dio la mayoría para gobernar la ciudad, llegó la marcha de la actual ministra y su sustitución por parte de Lola Ranera. Llegó el covid y una oposición con un grupo municipal hecho a la medida de Alegría pero descabezado, lo que obligó a Ranera a rearmarse y ahora, una vez superada la emergencia sanitaria, necesita recuperar el tiempo para llegar con opciones claras de recuperar la alcaldía.

Pero a esto se le suma un elemento de vital importancia, como es que el alcalde, Jorge Azcón, pronto será el presidente autonómico del PP, lo que le da una mayor proyección en la comunidad y, quién sabe, puede ser un próximo adversario directo de Lambán. Y necesita neutralizar su liderazgo. Lambán sabe que hoy por hoy en el resto de la comunidad autónoma parte con ventaja sobre Azcón, muy marcado en su perfil urbano y capitalino. Pero también sabe que necesita sumar energías como presidente autonómico en la ciudad de Zaragoza, donde hay muchos miles de votos en juego.

Por eso, la estrategia política de los próximos meses se desarrollará en dos escenarios fundamentales. El de la capital y también el del Aragón más despoblado y en especial la provincia de Teruel. Ahí se presentará Teruel Existe (que podría sumar en Zaragoza y Huesca plataformas similares) con serias opciones de ser la fuerza más votada, lo que le daría una presencia notable en las Cortes y sería fundamental para decantar el juego de unas mayorías que siempre están muy ajustadas en el Parlamento autonómico. Por eso, ante esa situación, la batalla electoral en Zaragoza cobra una nueva dimensión en un nuevo tiempo de la legislatura. Ayer ya se evidenció en la intervención de los portavoces de los grupos. Con el rechazo del PP e IU a nuevos pactos, las matizadas discrepancias del cuatripartito y la adhesión del portavoz de Cs, Daniel Pérez Calvo, a la suma de nuevos acuerdos con el Gobierno aragonés.

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