Opinión

Aragonesistas pero muy zaragozanos

El guiño de Lambán para velar por el territorio es la estrategia para incorporar en 2023 esos votos perdidos por CHA, PAR y Cs

D ijo el secretario general del PSOE aragonés, Javier Lambán, el pasado domingo en la clausura del congreso regional de su organización: «Propongo relanzar hasta la próxima cita con las urnas un partido más socialdemócrata, más aragonesista y que sea la casa de todos los socialistas, los que tienen carnet y los que no». Y como presidente del Gobierno de Aragón, dijo el pasado jueves en las Cortes regionales: «Propongo quince medidas para llegar a grandes pactos por Aragón que sirvan para asegurar el futuro próspero y justo de la comunidad autónoma, gobierne quien gobierne después de 2023. Lo tenemos casi todo a favor». Dos propuestas que, en el fondo, es una, un guiño a todos los aragoneses y a todos los partidos para que velen por el territorio pero que realmente tiene como telón de fondo el arranque preelectoral para la batalla política de 2023, que se prevé agitada. Por eso el socialista ha metido en escena la socialdemocracia, una pura estrategia que pasaría por recuperar el apoyo de los votantes de izquierda (moderada) desencantados con el PSOE desde hace unos años y el aragonesismo, buscando también el respaldo de los electores centristas y aragonesistas, en clara competencia con sus socios en el cuatripartito de Chunta Aragonesista y Partido Aragonés. Y buscando ese voto de Ciudadanos que en un par de años se va a dispersar en Aragón por otras formaciones.

Lambán ha ideado una astuta estrategia que, en un primer momento, culminó esta semana. Ha acabado con cualquier problema interno que pudiera haber dentro del PSOE, ha cosido la herida de Pedro Sánchez y ya habla de su «amigo» y casi tuvo que pedir alguna abstención para que su nueva ejecutiva, con algún/a crítico de otros tiempos, no saliera con un cien por cien de los votos. Después ha armado más su Gobierno desarmando a sus socios que le dieron el visto bueno a su plan para la financiación autonómica y el placet a los presupuestos del 2022 que, además, tendrán un recorrido parlamentario sin sobresaltos al contar con el visto bueno también de Ciudadanos y aprovechando que el PP vive unos momentos de calma chicha entre la salida de la presidencia de Luis María Beamonte y la entrada de Jorge Azcón.

Algo parecido al paseo militar que ha tenido el presidente (cierto que se trabajó un buen discurso y unas excelentes réplicas, sobre todo al líder de la oposición) durante el Debate del estado de la comunidad de esta misma semana. Un cara a cara entre Lambán y el parlamento tan cómodo que le ha servido para volver a atraer a la oposición a otro pacto de cara a continuar con la recuperación económica de Aragón tras la pandemia. Pacto que fuera de las Cortes ya lo tiene con agentes sociales y grandes empresarios, que ven estupendos los quinces puntos que anunció en su discurso en la Aljafería. Solo la derecha, PP y Vox, y los matices de IU, serán la oposición, aunque para ver los argumentos de los primeros, principalmente, habrá que esperar a que se celebre en diciembre el congreso regional popular.

Por ello, Lambán continuó su estrategia esta semana lanzando propuestas para Zaragoza capital, donde se va a ejercer la batalla política de 2023, con Azcón como candidato a la institución parlamentaria o a la municipal. Algún socialista bien situado decía tras escuchar el discurso de Lambán que solo había hablado de Zaragoza y Teruel y que se había olvidado de la otra parte «aragonesista» llamada Huesca, y sobre todo de su capital. Y es que la pugna electoral sabe que pasa por la capital aragonesa, que es donde el PSOE quiere arañar votos dentro de año y medio al PP del alcalde, su único rival político, vaya en unas listas o en otras. Sin olvidar la despoblación y, sobre todo, Teruel, ese otro lugar que tanto inquieta a los socialistas (se les dijo muy bien Beamonte en su intervención) por el tirón que pueden tener las anunciadas candidaturas autonómicas de Teruel Existe, formación que ya hizo mucho daño al PSOE en las últimas elecciones generales.

Deja así definido el presidente Lambán el marco en el que se tiene que mover su estrategia política de cara al próximo calendario electoral: atracción de votos aragonesistas aprovechando la debilidad del PAR y el escaso despegue de CHA; atracción de votos de Ciudadanos hacia su proyecto socialdemócrata, dejando bien claro que no es un PSOE de izquierda radical (algo que ha exhibido muchas veces el líder socialista); pérdida de votos del PP de Azcón por la derecha impulsando proyectos para Zaragoza capital como la puesta en marcha de más suelo industrial, la construcción de viviendas de alquiler para jóvenes en la Expo y apoyando decididamente la construcción de otro campo de fútbol que sustituya a La Romareda; y una clara política a favor de Teruel y de las zonas más despobladas de la comunidad para frenar cualquier entrada fuerte de Teruel Existe en el parlamento que pudiera poner en peligro la continuidad socialista en el Gobierno. Han sido unos días frenéticos para Lambán pero la hoja de ruta está trazada y solo tiene que esperar a ver cómo reaccionan sus adversarios ante los acontecimientos venideros.

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