¿Qué ocurre ahora que todo el mundo anda como loco con los meteoritos? Tras la pandemia, se ve que es lo que toca. Anhelamos el apocalipsis, en cualquiera de sus vertientes. Hace unos días, el periodista y escritor J. J. Benítez decía en una entrevista lo siguiente: «Un meteorito enorme llegará en 2027 y provocará 1.200 millones de muertos». Y se quedó tan ancho. «Ojalá esté equivocado», apostilló para suavizar el titular. Al mismo tiempo, la NASA se lía la manta a la cabeza y lanza la nave espacial DART con el objetivo de chocar con un asteroide para desviarlo de su órbita con el fin de probar la tecnología que sería necesaria para evitar una posible colisión contra la Tierra. Si todo va bien, el dardo impactará contra el asteroide Dídymo en octubre del próximo año. Estaremos atentos; DART transporta un compañero que se encargará de fotografiar el momento del impacto: un mini satélite equipado con una cámara de televisión; se separará de la nave principal unos días antes del choque y será lo único que sobreviva al experimento, ya que la media tonelada de la nave se fundirá con el asteroide. Todos tenemos en mente la película Armageddon, de 1998, con Bruce Willis, y de hecho su director Michael Bay está muy contento de que su cinta sirva de inspiración para esta histórica misión. Sin embargo, el cine actual también se suma al tema: el mes que viene se estrena la película No mires arriba, comedia de Adam McKay, en la que una estudiante de posgrado de Astronomía (Jennifer Lawrence) y su profesor (Leonardo DiCaprio) descubren que hay un cometa que lleva un rumbo de colisión directa con la Tierra. El tráiler pinta muy divertido y todo el reparto es espectacular. Caerá en diciembre en salas y más adelante en Netflix. Por cierto, estos de Netflix qué bien se lo montan, que acabamos montándoles la promoción entre todos (la NASA incluida).