El legendario periodista del 'Washington Post' Bob Woodward, asociado con otro reportero del mismo diario, Robert Costa, acaba de publicar un nuevo ensayo sobre la actualidad norteamericana, gráficamente titulado 'Peligro'.

En sus trepidantes páginas, ambos abordan los vertiginosos acontecimientos ocurridos en Estados Unidos desde la victoria electoral de los demócratas con Joe Biden como cabeza de cartel (3 de noviembre de 2020), y el asalto al Capitolio (6 de enero 2021), hasta la toma de posesión de Biden (20 enero 2021) con Kamala Harris como vicepresidenta. Tensos, duros, históricos meses en los que, desde el punto de vista de los autores, no sólo los Estados Unidos, sino también buena parte del mundo corrió un serio peligro. Incierta y seguramente arriesgada, «peligrosa», debió ser esa transición de poderes entre el presidente saliente, el republicano Donald Trump, y su sucesor en la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden.

Peligrosa e incierta, sobre todo, por la extrema inestabilidad y radicalidad de Trump. Numerosos de los múltiples testimonios que Woodward y Costa aportan en su investigación abundan en afirmar, y en coincidir, que el todavía inquilino de la Casa Blanca se hallaba tan fuera de sí a causa de la derrota electoral que en cualquier momento podría originar un conflicto nacional o internacional, provocar, incluso, una catástrofe. Si el vencido Trump había sido capaz de movilizar el asalto al Parlamento, según la lectura que de aquel acontecimiento hizo la líder demócrata Nancy Pelosi, de la misma forma hubiera podido mandar soltar de golpe, a su capricho, rociadas de bombas atómicas contra quienes considerase enemigos. En sus interpelaciones a altos mandos del Estado Mayor, Pelosi, convencida de que Trump, obnubilado por la rabia, el rencor y el deseo de venganza, había perdido la razón, les expresó su inquietud por el hecho de permanecer el maletín nuclear en manos de «un demente» capacitado para ordenar un ataque sin consultar con nadie.

Peligro, además de una crónica, es un demoledor análisis del poder político en Estados Unidos, sobre bases muy reales. Entre sus fuentes hay declaraciones, correos y dosieres con amenazas y chantajes que nos hacen estremecer, pero que ocurrieron hace muy poco. ¿Ha pasado el «peligro» de Trump? Woodward y Costa no lo creen.