En una reciente reflexión, el presidente de Aragón, Javier Lambán, destacaba el aeropuerto de Zaragoza como un elemento clave en el desarrollo económico de la comunidad autónoma, y se comprometía a apoyarlo. Nada más lógico, pues los resultados y cifras de explotación y uso de las instalaciones aeroportuarias zaragozanas avalan sobradamente las inversiones públicas para su mejora y proyección.

Destacando, muy en especial, su importancia como aeropuerto de carga, ránking en el que ocupa el segundo lugar en España. Por detrás, tan solo, del aeropuerto madrileño de Barajas, y por delante del aeropuerto catalán de El Prat.

El rechazo, todavía caliente, de las autoridades catalanas a aprobar una ampliación de El Prat por motivos de conservación ecológica de los terrenos colindantes motivó asimismo otra reflexión de Lambán. El presidente aragonés propuso que, en lugar de en el aeropuerto de carga de Barcelona, el Estado español invirtiese en el de Zaragoza, ayudando a consolidar sus espectaculares cifras: 195.000 toneladas de mercancías transportadas en 2021 (50.000 más que el año anterior). Un densísimo tráfico cuya explicación hay que buscarla en las plataformas logísticas que, como Plaza, utilizan habitualmente nuestra terminal aérea para la exportación de manufacturas o la importación de materiales. Así, el vínculo entre la eclosión de Aragón como núcleo de distribución de mercancías para el sur de Europa (y para medio mundo) y sus redes de almacenamiento y transporte es tan claro como evidente la necesidad de seguir invirtiendo en su desarrollo.

En cuanto al tráfico de pasajeros, el aeropuerto de Zaragoza ha ampliado sus rutas y, con la última incorporación de Vueling, que nos conectará con París, Tenerife y Palma, también el número de compañías que venían operando: Ryanair, Volotea, Binter y Wizz Air, fundamentalmente.

En el capítulo de viajeros hay un amplio margen de mejora. El récord de ocupación se obtuvo en el año 2011, con 750.000 pasajeros. El año pasado, 2021, totalmente condicionado por la pandemia, se bajó a 278.000. Habrá que seguir trabajando duro y seguro que nos recuperamos… volando.