La búsqueda de recursos energéticos, la eficiencia de los mismos y el ahorro para contribuir a la sostenibilidad del planeta es uno de los desafíos a nivel mundial. Un gesto tan cotidiano, en el primer mundo eso sí, como es encender el interruptor de la luz o enchufar un electrodoméstico lleva tras de sí un complejo sistema que implica a todas las administraciones públicas y un buen número de compañías privadas. El Gobierno de Aragón reunió ayer a todos los agentes implicados en la energía en la comunidad autónoma con la intención de alcanzar un pacto por esta cuestión. El objetivo de ese acuerdo es muy positivo: trabajar en la creación de un ecosistema propio para potenciar las comunidades energéticas, abaratar el suministro y contribuir a la competitividad de la economía.

Mucho se ha hablado y debatido hasta ahora de las ventajas de que Aragón se convierta en una potencia de creación de energía, y también de que esta no vaya en detrimento de muchas poblaciones que pueden ver amenazado su paisaje y su actividad económica con la instalación de determinadas infraestructuras. Encontrar el equilibrio entre la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos que permitan crear energía barata y sostenible, que sea un suculento negocio para algunos y que a su vez no vaya en detrimento de los lugares en los que se emplazan es una obligación de todos los agentes implicados, grupos parlamentarios incluidos, y este primer encuentro en busca de un pacto solo puede traer aspectos buenos.

El 68,3% de toda la generación de energía en Aragón en 2020 provino de energías renovables, casi un 50% más que el año anterior

Aragón se ha convertido en un gigante en la creación de energías renovables. Según el Avance del informe del sistema eléctrico español 2020, publicado por Red Eléctrica Española, el 68,3% de toda la generación de energía en Aragón ese año provino de energías renovables, casi un 50% más que el año anterior. La fotovoltaica, la eólica y la hidráulica, produjeron un 358,9%, un 36,3% y un 36,1% más que en 2019. Después de Extremadura, fue la comunidad que más potencia renovable instaló. Datos a tener muy en cuenta y que hacen indispensable una clara regulación normativa y también un foro permanente de diálogo, trasparencia y cesión por todas las partes. Porque es fundamental administrar estos recursos, y sobre todo hacerlo de una forma justa y ordenada.

Se pretende crear un modelo propio que prime las comunidades energéticas locales, que potencie el ahorro y que permita a Aragón liderar la lucha contra el cambio climático. Es un reto considerable, pero la constitución ayer de esta Mesa de la Energía es un avance muy elocuente.