Una visita a Fuentespalda no podría ser exhaustiva sin detenerse en su cementerio medieval para admirar sus tumbas. En particular, las estelas discoidales que sobresalen de esa tierra sacra como una serie de signos de interrogación de la historia.

Talladas o labradas en piedra, las misteriosas estelas discoidales del camposanto medieval de Fuentespalda sirvieron como 'marcadores' de tumbas. Esa y no otra parece fue su función. Estando datadas la mayoría de esas sepulturas y sus correspondientes estelas entre los siglos XII y XV, hoy, tanto tiempo después, siguen conmoviéndonos e inquietándonos con sus sugerentes significados y preguntas al aire.

Esa misma curiosidad ha debido motivar a Koldo Colomo a escribir un ensayo, 'De la tierra al cielo' (Instituto de Estudios Turolenses) en cuyas páginas analiza las estelas discoidales descubiertas en la provincia de Teruel. Concretamente, en localidades como Valderrobres, Cretas, Mirambel, Iglesuela del Cid, Bádenas, Beceite, Ráfales, La Fresneda, Montalbán, Castejón de Tornos, Bea, Loscos o Cuencabuena.

Talladas o labradas en piedra, las misteriosas estelas discoidales del camposanto medieval de Fuentespalda sirvieron como 'marcadores' de tumbas

Valiéndose de fuentes originales y otros estudios previos, el experto nos irá introduciendo en el grado de conservación, tipología, métrica, técnica de labra, funcionalidad y motivos decorativos de estas maravillosas y relativamente uniformes piezas diseminadas por el Teruel medieval de la reconquista cristiana.

Si volvemos al cementerio de Fuentespalda, encontraremos en las cabezas esféricas de sus estelas de piedra, todas con pie en forma de cola de milano, motivos decorativos crucíferos relacionados con la religión, cruces griegas o latinas con las vestiduras colgantes, tiaras pontificias, tocados eclesiales con cordones anudados... En cambio, en otras estelas los motivos serán más profanos, adornos geométricos y florales o iconografías relacionadas con la muerte y sus símbolos: calaveras o espectrales figuras con una guadaña en las manos y bajo los pies la siguiente y pavorosa leyenda: 'Nemini parco' (A nadie perdono).

Un trabajo, este ensayo de Koldo Colomo, tan riguroso y original como entretenido y práctico para todo aquel que quiera conocer mejor los símbolos funerarios del Teruel ancestral y profundizar en su arte y epigrafía.