Ha abierto Vox un melón interesante en el que, con la bandera del populismo por delante, plantea cuestiones que vale la pena analizar (y nunca creí que escribiría esto). Les recuerdo: Vox condicionó la aprobación de los presupuestos municipales a la retirada de la subvención a la Fundación José Antonio Labordeta, 40.000 euros. Y el alcalde Azcón, secundado por sus socios de Ciudadanos en el Consistorio, aceptó. Vox propuso, y PP y Ciudadanos, insisto, aceptaron. Y aquí vienen varios aspectos que tendríamos que analizar. Vox habla de que está en contra de las subvenciones nominativas, «como las que se conceden a CCOO, CEOE, Cepyme, el Hermanamiento con Nicaragua o el apoyo al Sáhara», según declara su portavoz, Julio Calvo. Como verán, el cacao mental de este partido es curioso. Qué tendrán que ver los unos con los otros.

Es llamativo que se retire el dinero a algo ligado a un luchador por la libertad

Por otra parte, igual sí que habría que saber qué subvenciones se conceden por parte de las instituciones públicas, y si la de Labordeta (qué casualidad) es la única de esta colección de «subvenciones nominativas» que se ha retirado. Porque aunque el señor Calvo diga que se sabe las canciones de Labordeta, y que hasta las canta, es llamativo que se retire el dinero a algo ligado a un luchador por la libertad. Y por último, todos estamos de acuerdo en que una subvención tiene que revertir en el interés público, con lo que me parece muy bien que se investigue la utilidad cultural y social de cada asociación que recibe dinero, porque igual nos encontramos con cosas interesantes. Pero de todas. Por cierto, Lambán pasaba por allí y ya ha dicho que los 40.000 euros los pone él. Quiero decir, el Gobierno de Aragón. Y aquí no ha pasado nada.