Hay huelgas a la japonesa, huelgas en las que se reclaman mejoras laborales o mejoras salariales, pero la que se ha convocado para los fines de semana y los siguientes es una huelga solidaria. Una huelga en la que una persona trabajadora va a perder el salario de un día para pedir que otra pueda tener trabajo y de esta forma poder dar un buen servicio público.

Estamos a punto de cumplir tres años de gestión municipal del Partido Popular, basada en reducir la plantilla municipal, empeorando los servicios públicos, y la pregunta que me surge es ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Por qué se nos quiere vender como un éxito una inversión de un millón de euros cuando los recortes han sido de tres millones?

No se entiende que este Gobierno se queje de no tener dinero cuando es incapaz de utilizar el 100% del presupuesto y en tres años han dejado de utilizar 17 millones de euros del capítulo de personal, que han acabado recortando. En 2021 fueron incapaces de impulsar el capítulo de inversiones más allá del 50%, dejando de invertir más de 40 millones de euros. No hay dinero para personal porque no se quiere invertir en ello y de este modo se hace difícil dar servicio a la ciudadanía.

Excusas

Siempre se encuentran excusas para disminuir los empleados públicos y dejar sin servicios dignos a una población cada vez más castigada. Primero fue la deuda heredada, luego el covid, la ley de temporalidad, la guerra o la excusa de la tasa de reposición, que este mismo partido implantó en las administraciones públicas hace 10 años. La ciudadanía es más consciente que nadie de la mala situación económica que atravesamos, pero la respuesta no pueden ser recortes, sino garantizar unos servicios públicos que permitan no perder calidad de vida.

Los números de empleo público en España están por debajo de la media de la OCDE y el porcentaje de personas que hoy trabajan en el sector público es solamente el 10% de la población activa. Sin quienes soportan muchos de los servicios públicos fundamentales, solo podrían vivir dignamente los privilegiados y esto no va de eso, por mucho que este ayuntamiento se empeñe en aumentar las desigualdades y reservar el derecho de una vida digna a quien se lo pueda pagar a través de servicios privados.

¿Acaso no compensa tener trabajadoras y trabajadores con buenas condiciones laborales y derechos que repercutan en el consumo y no personal con condiciones pésimas para dar beneficios empresariales que llenan los bolsillos de unos pocos amigos?

Política errática

La errática política de personal de este gobierno municipal es premeditada y esta huelga podría valer para cualquier servicio municipal ya que están recortando en todas las áreas: desde Infraestructuras a Centros Cívicos, Servicios Sociales, Informática o Planta Potabilizadora, también el mantenimiento de Colegios Públicos o en el Servicio de Arquitectura. Ahora puede que no lo suframos, pero lo notaremos como lo hicimos cuando empezó la pandemia y nos cogió con plantillas infradotadas y con un adelgazamiento extremo de la sanidad pública o del Sepe, que puso en mayor riesgo y vulnerabilidad a la población.

Así es como hemos llegado a esta huelga, una huelga solidaria que reclama la contratación del personal necesario para dar un servicio público de calidad. La ciudadanía se merece seguir disfrutando de unas instalaciones abiertas cuando las necesitan, bien cuidadas y mantenidas.

La ciudadanía merece instalaciones deportivas abiertas y bien cuidadas

El Servicio de Instalaciones Deportivas es uno de los mejores valorados en las encuestas municipales, lleva años siéndolo por la calidad de sus instalaciones y su personal. Ofrecen espacios para el deporte infantil de todas las modalidades: del deporte federado y laboral, campeonatos autonómicos y nacionales de judo, esgrima o baloncesto se celebran en nuestras instalaciones. También ofrecen pistas de tenis, baloncesto, patinaje, etc., para el uso y disfrute de todos y todas.

Estas instalaciones no solo se utilizan en verano, pero es un momento de la temporada muy importante. Con más de 750.000 usuarios por año podríamos decir que las usamos todos y todas las zaragozanas en algún momento.

Por estas razones, la plantilla de un servicio municipal ha decidido ir a la huelga y perder su salario los días que hagan falta para recuperar el personal necesario que permita abrir las instalaciones municipales y seguir dando a la ciudad el servicio que nos merecemos.

No es un capricho de huelga, es una en defensa de lo que es de todos y todas.