El Periódico de Aragón

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Juan Bolea

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Juan Bolea

Cuca Gamarra

La portavoz del Partido Popular, Cuca Gamarra y desde ayer secretaria general, aporta sobre la anterior, Cayetana Álvarez de Toledo, la ventaja de que se le entiende todo. Cuando Cayetana hablaba —disertaba ex cátedra, más bien—, había que tener al lado el diccionario de filosofía política, pero con doña Cuca el pan vuelve a ser pan y el vino, vino.

No atesora Gamarra la castrense eficacia de Luisa Fernanda Rudi, el verbo jacarandoso de Celia Villalobos ni aquella contundente campechanía de Rita Barberá, pero su modelo, un poco a lo monja Navarra, puede servir a sus siglas en tanto recolocan a Feijóo como líder visible de la derecha y rival de Pedro Sánchez.

En su última intervención en el Congreso, la señora Gamarra ha comparado a la señora Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno, con Fernando Simón. Sería Calviño, según la portavoz popular, «el Fernando Simón de la economía». La comparación es malévola, pero nítida. Alude, obviamente al hecho de que el doctor Simón pronosticó erróneamente el covid-19, del mismo modo que la doctora Calviño estaría analizando erróneamente la crisis que se nos llega, o que no se nos va, y que se puede llevar por delante la salud económica del país.

Con una inflación del diez por ciento, con las arcas del Estado más vacías que las ilusiones del Real Zaragoza por subir a Primera, con graves problemas de suministros básicos y con el fantasma de la pobreza asomando la patita bajo esas cada vez más desprovistas mesas donde el pescado y la carne, la verdura y la fruta comienzan a ser platos de lujo, nadie puede creerse que esto se vaya a solucionar poniendo el Gobierno quince céntimos por cada litro de gasolina.

Claramente son factores más profundos, bacterias o virus más agresivos los que están amenazando a nuestro cuerpo económico. Los síntomas —desorientación, desinformación, ansiedad, parálisis, pérdida de poder adquisitivo…— se vienen estableciendo como una fiebre crónica que los anticuerpos del Gobierno no aciertan a curar. Aquel ibuprofeno para Cataluña destinado a bajar su inflamación no parece estar haciendo efecto con la inflación de precios.

¿Tienen Sánchez y Calviño solución a la crisis económica? ¿La tienen Cuca Gamarra y Feijóo?

En caso contrario, que visiten la consulta del doctor Simón.

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