El Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos (UP) ha vivido en las últimas semanas su peor momento desde que se formó en enero de 2020. El malestar social por la incontrolable subida de los precios, la huelga de transportistas, las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania y el giro de la política exterior sobre el conflicto del Sáhara son las expresiones más destacadas de la pérdida de credibilidad del Gobierno. Pero además, esta situación de desconcierto y paralización ha coincidido con la renovación del liderazgo en el PP, con el relevo de Pablo Casado, representante de una política errática y de oposición sin tregua, por Alberto Núñez Feijóo, con etiqueta de moderado y de abierto a los pactos de Estado con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Esta nueva situación política tiene su reflejo en la encuesta del GESOP para el grupo Prensa Ibérica que publicamos este lunes y que constituye una seria advertencia al Gobierno. La llegada de Feijóo ha dado un vuelco total al tablero político, que se observa en todos los aspectos que aborda el sondeo: el todavía presidente gallego ganaría las elecciones si se celebraran ahora, desplaza a Yolanda Díaz y Sánchez como líder mejor valorado y como el preferido para ocupar la Moncloa, frena el ascenso de Vox, partido al que necesitaría para gobernar, y muerde en todos los electorados.

El sondeo se elaboró en plena euforia del PP y de Feijóo, nada más concluir el congreso del partido, un dato que explicaría también la magnitud del vuelco. Pero los datos son abrumadores: el PP ganaría 33 escaños desde la encuesta de febrero, obtendría entre 118 y 121 diputados y aventajaría en 11 al PSOE, que bajaría de 120 a 107-110. El presidente gallego es el único dirigente que aprueba en valoración, con 5,2, un punto más que Sánchez, y es el preferido para ser presidente, con un 23,3%, siete puntos más que Díaz y Sánchez. También hay vuelco en las expectativas: el 40,2% de los españoles creen que las próximas elecciones generales las ganará el PP, cuando en febrero el favorito era el PSOE, con 3,5 puntos más .

Feijóo penetra en todos los electorados, ya que, además de una alta valoración en el del PP (7,5), le aprueban los votantes de Ciudadanos y de Vox (6) y consigue un aprobado (5) hasta entre los votantes socialistas. Además de reforzar la fidelidad de voto del PP (7 de cada 10 volverían a votarlo), se llevaría un 45% de los votantes de Cs, que desaparecería del Congreso, y un 20% de los de Vox, que perdería una docena de diputados desde febrero (hasta 54-56). Con esta situación, la única forma de gobernar sería un pacto del PP con Vox, que Feijóo no ha descartado, pero es muy posible que se planteara la gran coalición PSOE-PP si perdura la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas.

El pesimismo, de todas formas, es generalizado en la sociedad española porque dos de cada tres encuestados piensan que un Gobierno del PP lo haría igual o peor.