El Periódico de Aragón

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Carmen Bandrés

¿Vuelta a la normalidad?

Las calles se han llenado de alborozo durante la pasada Semana Santa, una celebración anticipada del retorno a la normalidad, por más que los expertos en epidemiología reclamen un poco más de prudencia, pues el virus sigue caminando a nuestro lado, presto a colarse por el menor resquicio... desprovisto de mascarilla. Sí, ha sido muy fastidioso llevarla, en especial por parte de los niños, que por fin optan a la ansiada liberación, pero también para los adultos después de tantos meses de resignada paciencia.

También está de fiesta el turismo, pilar fundamental de nuestra economía y bandera de la alegría de vivir; que ha vuelto con una inusitada fuerza, reflejada en la plena ocupación de toda clase de alojamientos, y con él ha llegado un más que necesitado empujón, oportuno amparo para muchas pequeñas empresas que han hecho gala de una firme resiliencia, cuando tantas otras se han hundido sin remedio ante la adversidad. El turismo representa una contribución nada desdeñable a nuestro producto interior bruto, cuantiosos puestos de trabajo y un significativo potencial de desarrollo para todo Aragón.

Y algo que quizá torne con vigor renovado es el teletrabajo, el cual, tras haber perdido fuerza durante los últimos meses, parece recuperarse en función de la crisis energética

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Y algo que quizá torne con vigor renovado es el teletrabajo, el cual, tras haber perdido fuerza durante los últimos meses, parece recuperarse en función de la crisis energética. La clave imprescindible ha de residir en la libertad de aceptación por parte de los trabajadores.

Pero algunos viejos problemas nunca han dejado de estar presentes, por más que la premura del virus y de la violencia bélica nos haya llevado a ignorarlos por un tiempo; sin embargo, tras respirar por unos días el aire puro del campo, es evidente que la contaminación urbana no ha desaparecido y aún menos las graves secuelas del calentamiento global. Ahora, el regreso a la normalidad nos recuerda que restan muchos conflictos aún por resolver.

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