El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

Jorge Latre

Punto de vista

Jorge Latre Galicia

Lo que necesitas es amor

La posible colocación de placas solares en embalses de Aragón se está olvidando del reto demográfico y la vertebración del territorio

Comenzaré esta vez por la anécdota para avanzar en mi argumento. Y es que en una de las maravillosas carreteras que recorre Ribagorza existe una pintada que debería, a mi juicio, ser declarada patrimonio nacional. Cuando menos Bien de Interés Cultural. Cuasi objeto de peregrinación me atrevería a decir. Y reza así: «Regante, lo que necesitas es amor». Sin querer abrir un debate acerca de la necesidad de construir pantanos (entonces y ahora, no es el lugar ni el momento), la misma destila socarronería y a la vez orgullo de unas gentes y de un territorio que lograron defender, con innegable esfuerzo, una postura que con el paso del tiempo se concluyó acertada; paralizar el proyecto de construir un embalse en el río Ésera a su paso por la localidad de Santaliestra. De aquella época data también, aproximadamente, la decisión de retornar las casas y tierras expropiadas en Jánovas en 1961 (también Lavelilla y Lacort), cuando allá por 2005 (sí, 2005) se descartaron las obras del pantano que pretendía regular el río Ara. Conviene aquí también retomar el aplauso, a todas luces insuficiente, al tesón de sus gentes que lograron lo que solo puede calificarse como gesta.

Aunque existen muchísimos otros ejemplos icónicos en nuestro pasado más reciente (qué decir tiene del más lejano) acerca de cómo el ímpetu, el empuje y el coraje logran enfrentar la adversidad (la lucha por regresar a la localidad de Lanuza y devolverle su esplendor, etcétera), no dejan de ponernos a prueba desde centenares de kilómetros de distancia.

La última; la posible colocación de placas solares sobre diferentes embalses de nuestra región (y otras); entre otros, El Grado, Lanuza, Bubal, etc. Y así hasta ¡14! Resulta en este sentido más curioso que la decisión viene dada desde el Ministerio de Transición Ecológica, que nuevamente se olvida de su segundo apellido; de reto demográfico.

Referida a su segunda y olvidada alma (no acabo de tener clara tampoco la concurrencia de la primera), ¿acaso van a beneficiarse, nuevamente, el Altoaragón y sus gentes, Aragón y sus habitantes y el resto de las geografías donde ubicar las citadas instalaciones de la energía eléctrica generada en dichas localizaciones? ¿Promoverán y posibilitarán las citadas inversiones la implantación de empleos de calidad que permitan retener a nuestros jóvenes más y mejor formados?

¿O nuevamente supeditamos los territorios de siempre en favor también de los de siempre bajo la premisa de seguir esquilmando sus recursos naturales (respecto de los humanos hace tiempo que la sangría no cesa) en pro de los tres grandes centros de decisión del país y sus áreas de influencia?

Porque no parece que, al menos por el momento y por lo que va trascendiendo públicamente, los Fondos Next Generation (¿se acuerdan de ellos?) estén sirviendo para promover una verdadera vertebración del país y en particular de la España vaciada.

Y es que muchos de los municipios afectados temen el impacto tremendamente negativo que su instalación puede generar en su utilización como recurso turístico, deportivo, etcétera. Si la intención es, dicho en términos bélicos tan de moda por desgracia en la actualidad, rodearnos no solamente por agua, sino también por tierra (no parece que vaya a quedar un centímetro cuadrado en según qué zonas del territorio sin parques fotovoltaicos para generar una energía que se evacuará a otros territorios), todo hace insinuar que la transición energética de nuestro país pretende pasar, al menos en su vertiente más negativa, por encima de aquellos territorios y sus gentes más vulnerables desde un punto de vista puramente electoral. Lo cual debería resultarnos inconcebible en pleno siglo XXI.

Finalizo, desde el altruismo más desinteresado, invitando al ministerio en cuestión y a todo aquel con capacidad de decisión a valorar otras ubicaciones susceptibles de aprovechamiento que permitan repartir equilibradamente las bondades del proyecto; entre otras, la ría de Bilbao, el estanque grande del Buen Retiro de Madrid o incluso la playa de Sant Sebastiá de Barcelona.

Compartir el artículo

stats