El Periódico de Aragón

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Alfonso Alegre

Bajar impuestos y otras tontadas

Esta semana hemos conocido el dato de que por primera vez en la historia de nuestro país se han alcanzado los 20 millones de ocupados. Además el mes de abril ha dado otro récord con 700.000 contratos fijos firmados en un solo mes, y casi dos millones en lo que va de año. Maldito gobierno socialcomunista que nos lleva a la ruina. Más allá de bromas, es evidente que estamos en una fase alcista del ciclo económico, quizá al final de la misma (o quizá no). En todo caso tenemos a la locomotora marchando a toda pastilla y parece que la temporada turística también será de record.

Seguramente recordarán la fatídica época de los recortes y la mal llamada austeridad en la que el PP se cebó con la sanidad, la educación, las pensiones y lo peor de todo el I+D. Además subió los impuestos una barbaridad, ¿se acuerdan de cuando el IVA era del 16%? Más allá de a quien beneficiaron esas políticas, fueron un sin sentido económico. El enfermo estaba anémico, desnutrido y lo que hicieron es ponerlo a dieta. Brillante, sin duda. Usando el ejemplo del tren, la locomotora estaba casi parada y subiendo una cuesta, y decidieron echar menos carbón. Esto se tradujo en cinco millones de desempleados, desahucios, recortes salariales, pobreza energética y científicos emigrando. Vamos que si alguien esta anémico lo que hay que hacer es darle de comer, no matarlo de hambre. Unos genios de la economía estos del PP.

Últimamente oímos a los mismos genios decir que para combatir la inflación hay que bajar impuestos. O sea, ahora que la locomotora va a tope de presión (nunca en la historia de España había trabajado tanta gente) vamos a bajar los impuestos para que la gente compre más y así aún suba más la inflación. El problema no acaba aquí. Si luego vienen mal dadas y ya hemos bajado los impuestos, o lo que es lo mismo hemos gastado las reservas de carbón de la locomotora cuando iba cuesta abajo, ¿Qué quemaremos cuando empiece la cuesta arriba y no quede carbón? Que le pregunten a Ayuso por la sanidad, la educación o el metro. Todo puede ser combustible.

Ahora que el empleo va muy bien y la economía tira, es el momento de hacer esfuerzos para la transición energética y el cambio de modelo productivo. Las vacas gordas no son para bajar impuestos, sino para prepararse para las vacas flacas.

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