Será poco, pero es importante. Lo que a juicio de los del «no a todo» era imposible, pues sí es posible, y la propuesta que Pedro Sánchez realizó ante el Consejo Europeo se va a materializar con un gran beneficio para la economía española y de los españoles. Los precios del gas y de la electricidad se desacoplan del resto de la Unión, al menos un año. 50 euros frente al actual precio de referencia en el mercado de más de 100 euros. Los que se reían de los esfuerzos del presidente del gobierno y le tachaban de iluso ahora merecen ser denominados como boca chanclas y cenizos. Son los mismos que siguen con la matraca del «gobierno ilegítimo» y sandeces semejantes mientras el Gobierno, al que le daban cuatro días, aguanta, gestiona y triunfa. Y los analistas mediocres que, confundiendo los deseos que les salen de sus vísceras, con la realidad, siguen anunciando la destrucción de España, la ruina, la entrega a los demonios independentistas y el fin del mundo. Y viene la presidenta de la Comisión Europea y le tapa la boca a Feijóo deshaciéndose de elogios hacia España. Pero es igual, no les conviene oírla. Aunque el Gobierno obrase milagros los seguirían negando. Y alguno ya ha hecho. El balance del Gobierno de coalición es más que positivo por más que la Brunete mediática intente hacer ver otra cosa. La diferencia de la gestión de esta crisis con la anterior es palpable. Y fundamentalmente está en trabajar por el bien común o por los que más tienen y los de los pelotazos. Aún queda legislatura que yo espero que el Gobierno aproveche para completar su agenda. Por cierto, Sánchez estaba obligado a pactar con quien le permitieran gobernar, como hace todo político hijo de vecino, sin excepción. Y lo está haciendo sin traicionar ninguna de las esencias socialistas, de las que los mejores guardianes, está demostrado, son los militantes que lo eligieron y no el grupo de profesionales de la política que evidentemente, se equivocaron.
