Nunca pude imaginar que, al final de mi vida activa, ya como pensionista, reviviría las aventuras de los héroes mitológicos, de películas, series e incluso tebeos, explicando la gran importancia que tiene la mitología griega, después de haber pasado tantísimos siglos desde que se inició su fantástica leyenda.
En nuestra democracia ha visto la luz un nuevo Pegasus, hijo del Estado Autonómico y de la Quimera independentista. Parto provisto de modernas estructuras cibernéticas aladas cuyas características permiten detectar formas de Gorgonas o Medusas, esgrimidas y manipuladas para alcanzar el poder.
«Ponga un Pegasus en su vida», es un buen eslogan que permite conocer nuevas Medusas, Quimeras y Gorgonas, veneradas por el pueblo, desempeñando cargos de responsabilidad, pero sin las estructuras, formación, conocimientos, experiencia y vocabulario adecuado para ejecutar las funciones que se autoatribuyen en el Olimpo democrático autonómico.
«Ponga un Pegasus en su vida» y podrá conocer con detalle la evolución mitomaniaca de nuestro presidente monclovita y su entorno gubernamental. Características que no pasaron desapercibidas para Bolaños –¿vendrá de bola?–, ministro de la Presidencia, quien durante mucho tiempo, y sin éxito alguno, deseó y organizó expediciones destinadas a capturar al Neopegaso pero con instrucciones de dejarlo estar.
Utilícelo adecuadamente y podrá conocer las razones de un sinfín de sucesos. Así, de un ya semidifunto abrazo coalicional, finalizado con ulterior corte de moña y repeine tardío, muy valorado en la iconografía histórica actual. La compra del fiscalato general por el presidente del Gobierno. Las incontables veces que negó la evidencia, manteniendo la negativa, creyendo que creaba realidad solo con mirar al infinito. Las confesiones de la amnistía disfrazada y sus penitencias aliviadas. En fin: los pagos parlamentarios a la fidelidad partidista cierran, sin concluir la práctica, esta primera fase del vuelo de Pegasus; con una duda: ¿cuánta deformación encubierta de la realidad, podemos encontrar todavía, mirando tanto hacia atrás como al ahora mismo?
Una nueva fase de las acrobacias de Pegasus comienza con el cambio de miembros (y miembras) de un gobierno «socialcapitalista», con componentes enriquecidos a base de mascarillas tapabocas. Los silencios de Calvo y Ábalos se integran en el software del nuevo volador. Sánchez –como Perseo– les cortó la cabeza y ahora sirven de ejemplo. Y sigue la obra con el porqué de la alegría que nos quitó Alegría con el exterminio de los suspensos y la anulación editorial de nuestra historia desde 1800 hacia atrás para instrucción de bachilleres. La reciente caída y posterior desguace de la Universidad.
Tenga por seguro que, una vez que haya adquirido suficiente experiencia en el manejo del nuevo y actualizado Pegasus, la democracia cuántica le permitirá ver la soledad de la quimera independentista, la autodestrucción de los nacionalismos y la impotencia del neosocialcomunismo por la avarienta incapacidad de sus líderes y lideresas. La esperada derrota de la agenda 2030, programa que podría no estar mal, se ha diseñado, queriendo o no, previo un planteamiento equivocado sumado al error en la selección de actores. Gracias a la tecnología del nuevo Pegasus.
No lo dude, ponga uno en su vida. Lo pasará bien.
