El Periódico de Aragón

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La economía como trinchera

Las nuevas inversiones y la creación de empleo son el mejor aval del cuatripartito para hacer frente a una oposición inofensiva

Mientras el precio de la gasolina y el gasóleo rozaba los 1,9 euros por litro en las estaciones de servicio y el descuento de los 20 céntimos aplicado por el Gobierno se iba consumiendo conforme pasaban los días, los partidos políticos en las Cortes de Aragón libraban el pasado jueves su habitual pulso por tener la razón, arrojando cifras hacia la trinchera de enfrente como si esa estrategia fuera a surtir efecto. Pero la razón no se tiene como si fuera un don divino. Es una virtud que se conquista con los hechos.

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y la portavoz del Partido Popular, Mar Vaquero, se echaron esta semana los trastos a la cabeza en sede parlamentaria a cuenta de los méritos o deméritos acreditados en materia económica por el cuatripartito (PSOE, Podemos, PAR y CHA) en la actual legislatura.

La economía siempre ha sido un arma de destrucción masiva contra los partidos que están en el poder y una herramienta eficaz para tratar de erosionar al rival político. Al PP, tradicionalmente, le ha dado buenos resultados para conquistar la Moncloa, pero los populares quizá deberían revisar esa estrategia en Aragón a la vista de lo que está sucediendo en los últimos meses.

Los anuncios de inversiones realizados por la DGA desde que comenzó el año han sido más que relevantes, tanto cualitativa como cuantitativamente. Comprometer 380 puestos de trabajo en Andorra con la instalación de una empresa química puntera no es cosa fácil. Tampoco llevar a Muel una multinacional farmacéutica que creará 150 empleos, el 10% de su actual población; ni anunciar 2.500 puestos de trabajo para los próximos años en los terrenos que ahora ocupa la antigua Universidad Laboral de Zaragoza, en el polígono de Malpica de Zaragoza, gracias a la atracción de dos empresas del sector logístico.

La nómina de compañías que han puesto su chincheta en Aragón es cada vez mayor. Y se esperan más. Pero lo realmente relevante es el efecto que esas inversiones tendrá en el empleo, en el territorio y en la diversificación del tejido productivo con sectores tan en claro crecimiento.

El reproche lanzado por Mar Vaquero a Lambán al señalar que acude al pleno con «una fantasía que no se corresponde con la realidad» hace un flaco favor a las aspiraciones del PP de hacer una oposición eficaz. «¿Cuántos de esos puestos de trabajo se han creado ya?», añadió la portavoz popular. Estrategia equivocada.

La macroeconomía y la microeconomía van de la mano, pero es esta última la que tiene un efecto más inmediato en la población y en las urnas. El coste de la energía y los carburantes, la cuota de los autónomos, las pensiones del futuro y la política fiscal son aspectos que afectan directamente a los hogares, consumidores y las empresas. Y, precisamente por eso, es el mejor ariete para derribar al contrincante, si bien el margen de maniobra de cualquier gobierno autonómico es más bien limitado en este terreno.

Aunque todavía queda un año para la cita electoral, el pulso político se percibe cada vez más acelerado en las Cortes de Aragón. El escenario es complicado por la guerra de Ucrania, la elevada inflación y la incertidumbre, pero hacer oposición con los logros del rival es comenzar a cavar tu propia tumba.

Aragón es una rara avis desde la perspectiva política. Casi siempre lo ha sido. Las turbulencias de los últimos tiempos no parecen haber afectado en exceso a la comunidad, cuyo mercado laboral se sigue ensanchando y cuyas empresas mantienen un rumbo fijo no sin dificultad. Además, los proyectos estratégicos que se están horneando son semillas que germinará en los próximos años y que garantizan una cierta estabilidad en el empleo, que, a fin de cuentas, se ha convertido en la mayor tabla de salvación de cualquier sociedad, empresa y gobierno, sea del color que sea. Eso sí, la gasolina, la luz, y la compra inquieta a miles de hogares. Y eso es un problema.

*Subdirector de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

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