El Periódico de Aragón

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Alfonso Alegre

Apuntes al margen

Alfonso Alegre

Plaza y el apocalipsis ‘retail’

Si teclean en Google imágenes «apocalipsis retail», verán imágenes de centros comerciales norteamericanos abandonados y hechos una ruina. El desarrollo del comercio online está haciendo mucha mella en los locales comerciales. En 2015, de cada 100 euros gastados en venta minorista en el mundo, 7,4 lo fueron a través de comercio electrónico. En 2021 esa cifra alcanzó el 19,6%, es decir, 1 de cada 5 euros se gasta a través de comercio electrónico. Esto explica esas imágenes dantescas de escaleras mecánicas cubiertas de nieve. Las previsiones apuntan a que en 2025 la cifra llegue al 25%.

Este fenómeno ya se conoce desde hace bastantes años. Sin embargo, en nuestra querida ciudad, seguimos apostando por construir más y más centros comerciales. El último fue Torre Village, inaugurado en 2020. Aragón cuenta con 536 m2 de superficie comercial por cada 1.000 habitantes. La cifra quizá no les diga nada, pero si saben que es la más alta de España, les llamara la atención. Si a esto le sumamos que en la mitad de Aragón (la que no es Zaragoza) apenas hay centros comerciales, podemos concluir que salimos aproximadamente a 1 m2 de centro comercial por zaragozano. Estos datos, como lo eran los precios de las casas en 2008, son simplemente absurdos. Por ello era perfectamente esperable lo que se supo la semana pasada: se va a derribar buena parte del centro comercial Plaza Imperial. Llevaba meses vacío. La apuesta loca por la construcción de centros comerciales en nuestra ciudad ha tenido efectos devastadores sobre el pequeño comercio. Solo hay que pasear, para ver la cantidad de locales con carteles de se vende o se alquila en toda la ciudad. El pequeño comercio da vida y seguridad a las calles, las integra y facilita la vida de proximidad sin tener que recurrir al coche. Si al comercio electrónico le sumamos la cultura del pelotazo de centros comerciales, nos vamos a quedar sin comercio de proximidad. Generalmente las cosas no se valoran hasta que se pierden, pero ya suele ser tarde. Si se dan una vuelta por Torre Village verán que no está boyante, si se la dan por Aragonia verán algunos locales vacíos, y si se la dan por el Augusta, verán algún local ocupado. Hagan sus apuestas sobre cuál será el siguiente en desaparecer. Mientras tanto el pequeño comercio seguirá pagando la burbuja de centros comerciales como los desahuciados pagaron la inmobiliaria.

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