El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

Juan Bolea

Sala de máquinas

Juan Bolea

El señor d’Hont

El señord’Hont

El nuevo presidente y líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que nunca se bajó al moro para ver a los saharauis, se ha bajado ahora a Andalucía para comprobar cómo sigue su cónsul Moreno Bonilla.

Quien, no obstante, no parece vaya a necesitar especial auxilio. Todas las encuestas, incluso las del CIS, le dan sobradamente ganador, reduciéndose el intríngulis de la campaña andaluza a elucidar si su colega Juanma va a ser capaz de ganar por mayoría absoluta, como el propio Feijóo hizo en Galicia, o necesitará tirar de Ciudadanos o de Vox.

Feijóo aprovechó la excursión electoral para enviar a los socialistas algunos recaditos en clave nacional, atacando al PSOE por uno de sus flancos más débiles, el que está desangrándole a bocados de ese grifo, híbrido o bestia creado con anticonstitucionalistas y radicales, separatistas e independentistas, conglomerado de sectarios, supremacistas e iluminados que nada tienen que ver con la socialdemocracia (aunque sí, por desgracia, y por la Ley d’Hont, con la aritmética parlamentaria). La mitad más tres cuartas partes de tales extremistas no reconoce la unidad territorial española, su monarquía, su Estado autonómico ni su Constitución, aunque, eso sí, bien que les molan sus escaños y presupuestos.

En ese más que supuesto hartazgo del votante andaluz, machacado, además, por los «eres», dejó caer Feijóo sus señuelos de carnaza electoral. Con el PP —ha venido a prometer, o más bien a comentar, a decir— se acabarán todos esos «chantajes» y abusos del «gobierno Frankenstein» de Pedro Sánchez. Cuando Moreno Bonilla, este domingo, se aposente firme en San Telmo y él, al año que viene, se siente en La Moncloa no habrá más contemplaciones ni excepciones con la hidra del separatismo, a la que cortará la cabeza.

Lo mismo prometió en 1996 José María Aznar. Lo hizo solo un poco antes de llamar por teléfono a catalanes y vascos, no para cortarles las cabezas, sino ni tan siquiera la comunicación con Moncloa. Vía libre que en todo momento tuvieron franca y a disposición de sus «chantajes».

Desde entonces, la aritmética parlamentaria ha obligado a PP y PSOE a sumar con quienes restan. Feijóo asegura que él no lo ha hecho en Galicia, que no la hace en Andalucía y que no lo hará en España. Muchos le creen, otros quieren creerle, pero el señor d’Hont mueve la cabeza como diciendo: «¡Iluso!».

Compartir el artículo

stats