Hipócrita es la persona que finge cualidades, virtudes o sentimientos de los que carece. La hipocresía, habitual en política, se repite una y otra vez, y así un político en la oposición critica al gobierno, pero cuando llega a gobernar hace exactamente lo mismo que rehusaba. Estos días, no sé si lo saben, se ha celebrado en Madrid una reunión de la OTAN, esa benéfica institución de pacifistas fundada en 1949, que se rige por el Tratado de Washington, en la que pidió ingresar la URSS.
No se lo permitieron, con el argumento incontestable de que se había creado precisamente contra ella, a lo que los soviéticos respondieron organizando el Pacto de Varsovia en 1955.
Allá por 1981 el PSOE se oponía a la OTAN y sus próceres se manifestaban en contra de la entrada de España en la Alianza.
Felipe González llegó a decir que «de donde se entra con mayoría simple se sale con mayoría simple»; pero cuando a fines de 1982 se convirtió en presidente del Gobierno, mudó su criterio y cuatro años más tarde convocó un referéndum para ratificar la presencia española en esa organización, justificando que su nueva postura era «lo mejor para España». No hace mucho tiempo el actual presidente del Gobierno decía que España no necesitaba tanto presupuesto para Defensa, pero ahora, tras la invasión rusa de Ucrania y los reiterados asaltos a la valla fronteriza de Melilla, resulta que la OTAN es lo mejor de lo mejor y que es necesario duplicar en los próximos ocho años el presupuesto militar.
Por si fuera poco este ejercicio de funambulismo trilero y cinismo histórico, el pasado lunes la ministra portavoz impedía en cinco ocasiones que la ministra de Igualdad (¿dimitirá por semejante ninguneo?) respondiera a las preguntas de cinco periodistas, uno tras otro, sobre su opinión con respecto a los bochornosos y ¿delictivos? (esto se verá en el juzgado) actos ocurridos en Melilla. En su día, Pedro Sánchez se hizo una foto con los refugiados en el buque Acuarius, pero ahora, el mismo personaje dice que el gobierno de Marruecos actuó correctamente en el asalto a la valla melillense y que los culpables son las mafias que trafican con seres humanos. Resultado: decenas de muertos en la valla y ni un solo mafioso detenido.
Y en cuanto a algunos miembros de la actual oposición, los que pusieron concertinas y ordenaron disparar a los emigrantes en la playa del Tarajal cuando gobernaban, pues eso, viceversa. Igual resulta que ser un hipócrita da buenos resultados en política.
Pasen un buen verano y hasta septiembre.
