Opinión

El ‘caso ere’ no es corrupción

El Supremo confirma la condena a los expresidentes socialistas de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. La sentencia dice bien clarito qué ha pasado en el llamado caso ere: con los 679 millones de euros malversados, mediante una gran red clientelar a la sombra del régimen andaluz socialista, se logró comparecer dopado a las elecciones en varias ocasiones. Este reparto sin control de la Junta por 679 millones de euros a empresas en crisis para garantizar la «paz social» -según dijeron- sirvió para consolidar una fórmula de clientelismo y no tanto para frenar el desempleo.

Una apreciación judicial que en el PSOE rechazan. Para ellos no es corrupción, no. Lo que a todas luces es el mayor fraude en la concesión de ayudas laborales de la historia, para el PSOE es algo así como un sistema ideado por el régimen robin hood socialista para salvaguardar cientos de empleos en plena crisis, a tenor de las declaraciones de Pilar Alegría. O bien entienden que es el momento de hacer una declaración a favor de la inocencia de los expresidentes andaluces, los cuales son calificados de «buenos hombres» y «decentes». Como si esto fuera un eximente en una causa penal por corrupción.

Y lo que confirma la sentencia no es cualquier cosa: la prevaricación y la malversación agravada de fondos públicos son dos de los delitos más graves que puede hacer un político. La etapa negra del socialismo andaluz se ha cerrado con esta sentencia y más aún con la mayoría absoluta del PP, recientemente. Un fin de ciclo completo. El socialismo sigue pagando judicial y electoralmente por aquel descontrol de las cuentas públicas. Hay que insistir en la tolerancia cero con la corrupción siga siendo una máxima. Por ello, ni que decir tiene que el presidente Sánchez no deba ni pensarse el indulto. De ser así, España sería un país más atrasado y una democracia dañada. Y, seguramente, de algo que nunca pueda recuperarse.

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