El Periódico de Aragón

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Editorial

Las incógnitas del sector inmobiliario

El sector inmobiliario parece hoy inmune a las crisis más recientes. Aunque sufrió un fuerte castigo en los años posteriores a la gran recesión de 2008, el sector logró recuperarse a duras penas hasta que llegó la pandemia. El covid, que arrasó la actividad económica y provocó descensos del Producto Interior Bruto nunca vistos, tuvo, sin embargo, un impacto mucho menor de lo que cabría esperar en la compraventa de viviendas. Precisamente, ese embolsamiento de ahorro de las familias durante los meses de confinamiento, debido a la declaración de los estados de alarma, explican en parte el incremento de la venta de pisos en Aragón y en España.

Sin embargo, el contexto económico en el que están inmersas España y Europa choca con el dinamismo del mercado inmobiliario. La subida de los tipos de interés y del euribor, junto a la escalada de los precios y un escenario que anticipa una desaceleración de la economía --algunos expertos hablan incluso de recesión-- por la guerra en Ucrania y el encarecimiento de la energía suelen ser argumentos suficientes para que la demanda se retraiga y el comprador aplace operaciones e inversiones. Pero eso no está ocurriendo.

Aragón suma más de 15.000 compraventas de viviendas en el último año, una cifra que no se recordaba desde 2008, algo que tiene su reflejo en el mercado hipotecario que mantiene su pujanza a pesar de que los préstamos se han encarecido por el alza del precio del dinero. Por ello, cabe pensar que el mercado inmobiliario se ha convertido en un refugio contra la inflación y en un destino seguro para el ahorro, ya que las perspectivas del mercado bursátil no son nada halagüeñas. Además, para los ahorradores -Aragón es una de las comunidades con una tasa más alta de ahorro- tener el dinero en una cuenta corriente puede comenzar a ser rentable, pero por ahora no resulta atractivo.

Por tanto, la compra de vivienda se visibiliza como una de las salidas para los inversores, aunque esos pisos no salen al mercado del alquiler, tal y como demuestran las últimas estadísticas publicadas por el portal idealista.com. En el caso de Zaragoza, hay un 15% menos de oferta, a pesar de que la rentabilidad del alquiler no deja de crecer.

Pese al incremento de las transacciones en los últimos meses, los riesgos de burbuja inmobiliaria parecen lejanos todavía. Habrá que esperar, no obstante, a ver cómo se comporta el mercado en el corto plazo para realizar un diagnóstico preciso de la situación o seguir al albur de las incógnitas del sector inmobiliario.

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