El Periódico de Aragón

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Editorial

La Liga de fútbol de la normalidad

Empezó este fin de semana una Liga que volverá a la normalidad tras la pandemia y que, al mismo tiempo, será la Liga más extraña de todos los tiempos en Primera División, con un primer acto que se extenderá hasta el 9 de noviembre y un segundo que empezará el último día del año. En medio, el paréntesis anómalo de la celebración de un Mundial otoñal en Catar, con la inaudita paralización de la competición en todo el mundo.

Empieza una Liga que tendrá la novedad de las dos plataformas que emitirán los partidos (Movistar y Dazn, con problemas de conexión y quejas de usuarios en el primer partido) y en la que volverán a jugar los dos clubs aragoneses que sueñan con la Primera División, el Real Zaragoza en su décima temporada seguida en Segunda y el Huesca, tras una decepcionante campaña el curso pasado. De momento, los dos han empezado con dos buenos empates fuera de casa aunque sin goles.

Además, el Real Zaragoza estrena nueva propiedad con Jorge Mas como presidente y una ampliación de capital de 14,6 millones de euros.

El Zaragoza ha apostado este verano por la renovación de sus tres estandartes de la cantera, Francho, Francés y Azón, y solo ha podido realizar cuatro fichajes, Rebollo, Molina, Mollejo y Giuliano. El club no pudo completar la inscripción tanto de Molina y Giuliano (Rebollo y Mollejo tendrán ficha del filial) como de los jugadores renovados hasta 24 horas antes del estreno en Las Palmas y porque saldó los casi cinco millones de deuda que mantenía con Hacienda. Una medida que apenas va a incrementar el límite salarial de la entidad, que volverá a estar en torno a los siete millones

El pago realizado a Hacienda liquida una deuda histórica que mantenía el club con una Agencia Tributaria a la que se le debían 4,2 millones de euros más intereses, y que se cifraban estos en alrededor de otro millón de euros más.

Al realizarse el pago de una sola vez, estos intereses se rebajan, lo que daría un montante final de alrededor de cinco millones. Lo que faltaría por pagar son unas pequeñas partidas correspondientes al crédito subordinado (400.000 euros) y a crédito ordinario (en torno a 100.000).

En la actualidad, la deuda del Real Zaragoza se centra en el convenio de acreedores que se modificó en 2021 y que aboca al club al pagar 24,7 millones de euros en diez anualidades entre 2022 y 2031 (en Primera División se incrementaría un 20%), es decir, 2,47 millones cada anualidad, que comenzarán a pagarse el próximo 1 de septiembre.

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