FIRMA INVITADA

Doce cascabeles constitucionales lleva mi caballo

En España empieza a amanecer de nuevo; así que el pasaporte a mano, por si las moscas

Rafael Campos

Rafael Campos

De Madrid llega un estruendo de inquietudes, otro más. El tribunal más alto, el que vigila todo, ha amagado con decir que el congreso no vote lo que tiene previsto. Al parecer tal cosa es escándalo, pues el congreso es soberano para legislar, y ellos tan solo han de vigilar si lo que se legisla es o no acorde con la llamada carta magna, así a lo cursi, o sea, la Constitución constituida.

Conque, según los opinantes de las cuatro o cinco teles de madrí, estamos casi en el borde del abismo de las costuras democráticas, asomados, como diría un exagerado, a las mismas fauces del apocalipsis, entre Caribdis y Escila. Y nosotros, en provincias, cenando tan tranquilos por la cosa de la Navidad inminente. Bueno, menos don García Page primero de Castilla, que anda muy preocupado por si la ocurrencia del parlamento le problematiza el sillón y el coche oficial cuando las próximas elecciones; que sillón y coche oficial son muy necesarios para servir a la unidad de España, coño. Y por eso dice lo de mirar de frente sin altura o no sé que otras memeces. Y es que hay quien está tan abrasado por servir a la unidad de la patria que no para de salir en la tele para que se sepa, a ver si se enteran los de su barrio y le siguen votando para seguir de baranda primero de Castilla la Mancha, en vez de ser botado por cómplice de la conjura, o como le digan. Sobre todo porque Don Felipe aún no se nos ha aparecido desde su yate de guardia, puro en ristre, para la consiguiente bienaventuranza y clarividencia de sus huestes más provectas.

En fin, en el Congreso, sede, según dicen, de la soberanía nacional, una parte de sus miembros ha llamado a una especie de primo de Zumosol, o sea, al tribunal constitucional (me lo pongan con mayúsculas que a mí me da pereza), para que preventivamente invalide lo que la soberanía nacional por mayoría legítima dictamine. Y eso que el primo de Zumosol anda medio deslegitimado, porque algunos deberían estar ya jubilados y fuera de ese lugar desde hace años, según la norma, pero dijeron que no se iban y no se han ido, y alguno incluso ha cobrado cienes y cienes de miles de euros por servicios prestados al partido que les pide auxilio: y van y le ponen de ponente para que ponga y exponga, con toda la independencia judicial mirando, oiga. Y ahí están sus miembros de ambos sexos, viendo pasar el tiempo y las nóminas (las suyas) mientras deciden decidir lo que les piden que decidan. Eso sí, todo por la unidad de España.

En la unidad de España, entre tanto, se va tirando, no obstante la subida otra vez del euribor y de la cesta de la compra. El gobierno va haciendo cosas distintas de las que dijo que haría y de las que dijo que no haría si ganaba las elecciones por mayoría; pero al no ganarlas por mayoría y tener que pactar, pues ha tenido que cambiar sus deseos por las posibilidades para gobernar. Ha mentido pues. Como el anterior gobierno mintió diciendo que no cogerían sobres con dinero ilegal, y los cogieron y nos sobrecogieron con lo que cogieron, empezando por un tal M. Rajoy con cuya identidad nadie ha logrado dar, ni siquiera las policías ni el juez; y alguno incluso presumió de tener controlado «el Supremo», y al parecer tenía alguna razón para decirlo, aunque nos sigamos llenando la boca con la separación de poderes y la independencia judicial, que son milongas tan lindas de escuchar. Sobre la independencia judicial, por cierto, dice uno de mi barrio, medio poeta devenido del anarquismo sufí, al que le digo que si piensa que existe o que no existe la tal independencia (por saber lo que el pueblo opina tras mirar los tres o cuatro o cinco telediarios independientes de los que disfrutamos y quedar perfectamente informado de la actualidad y sus recodos), pues va y me dice, el susodicho anarquista sufí: es que todo es relativo, mientras le da otra larga calada a lo suyo y suelta el humo despacio.

Y claro, tras esta conclusión, no me queda o otra que pedirme otro cortado y mirar por la tele las innumerables muestras de raciocinio y de inteligencia social de las aficiones de la futbolina internacional, representada por franceses, marroquís, argentinos y demás subespecies planetarias, orgullosísimas de manifestarse en su máximo esplendor patriótico, mientras leo que por fin se ha logrado, aunque sea en pequeño, un remedo de la energía del sol, una minúscula muestra de la fusión nuclear que resolverá por fin el problema de la calefacción en los barrios pobres y la recarga de los mecheros.

Y es que la especie humana, tanto en lo pequeño como en lo grande, no deja de dar muestras de su progreso hacia la perfección racional, moral, y estética. Aunque no reconforta demasiado contemplar los millonarios del fútbol como metáfora del progreso intelectual de las naciones, mientras en oscuros laboratorios, extravagantes sabios, mucho peor pagados, tratan de discurrir el modo de no acabar todos inundados por la estulticia planetaria.

En cualquier caso, y pese a todo, y una vez más, parece que en España empieza a amanecer de nuevo; así que el pasaporte a mano, por si las moscas. No vayamos a amanecer un día de estos todos húngaros con jefes ad hoc.

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