40 años de Estatuto

Debo anticipar que soy un gran defensor de la felicitación expresa, sea ésta de un modo público o en privado. También de dar muestras evidentes de gratitud y agradecimiento, de reconocer aquella actitud o actuación hecha con esfuerzo, dedicación y la mejor de las intenciones, con independencia de que el resultado sea total o parcialmente el deseado. Si además lo es, ¡cómo no hacerlo! En lo profesional, y también en lo personal.

Y es por ello por lo que, como ciudadano del Altoaragón nacido en el año 78, no puedo sino felicitar a quien corresponda por la magnífica exposición organizada por la Diputación de Zaragoza y el Gobierno de Aragón para conmemorar el 40 aniversario del autogobierno: 1982-2022. 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Aragón. Y la felicitación expresa debe hacerse extensible no solo a lo excelente de su contenido, sino también a la elección del continente; el Palacio de Sástago, un enclave realmente fantástico y sin duda a la altura del contenido de esta.

Pero también creo en la bondad, bajo un espíritu constructivo, de señalar lo que considero que puede ser susceptible de mejora. En especial; de todo aquello que en mi humilde opinión puede y debe mejorarse.

Que la capital actual del antiguo Reino aloje la misma es una obligación, le efeméride sin duda hay que celebrarla y así lo merece. Causa rubor hasta mencionarlo. Que total o parcialmente su contenido debería haber tenido/tener un cierto carácter itinerante de modo que los habitantes de nuestra Comunidad más allá del río Ebro o del río Huerva pudieran acceder al contenido de esta sin necesidad de desplazamiento considero que también. Que las capitales de Comarca podrían ser un excelente anfitrión para esta o para muchas otras que pudieran considerarse a futuro relacionadas con esta cuestión, u otras, sin duda.

Efectivamente las capitales de Comarca, al margen del carácter representativo que atesoran, suponen una pieza vital y fundamental para la articulación y cohesión territorial, en especial en una región con un enorme desequilibrio demográfico y económico entre Zaragoza y el resto del territorio. Y el ámbito cultural y social tiene que ser un pilar fundamental sobre el que ayudar a construir esa vertebración territorial. La generación de oportunidades económicas de calidad en las mismas que ayuden al mantenimiento de la población y que fomenten la llegada de nuevos habitantes debe verse acompañada y complementada de otros activos tangibles e intangibles que hagan atractiva la residencia en las mismas como lugar idóneo para el desarrollo de los diferentes proyectos vitales. Y entre ellos está, sin duda, la cuestión social y cultural en sus múltiples vertientes. Decía aquel que no solo de pan vive el hombre.

¿Se imaginan mejor manera de celebrar tan feliz cumpleaños que hacerlo con y por todo el territorio y sus gentes, todos ellos grandes protagonistas del camino recorrido y del que nos queda por recorrer? Que fantástica forma de extender el sentimiento de pertenencia y de poder divulgar, en diferentes ámbitos, los éxitos cosechados como comunidad política. Ojalá no las dejemos pasar.

*Abogado

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