Feroz: preguntas incómodas

Alfonso Alegre

Alfonso Alegre

Ha saltado a la palestra que en la fiesta posterior a la gala de los premios Feroz se cometieron varias agresiones sexuales. Concretamente a una persona trans y a varios hombres. Una de las víctimas, Bob Pop, declaró que el supuesto agresor le intentó comer la boca varias veces y que no sabía que estas cosas se podían denunciar, que pensaba que simplemente le había tocado su cuota de borracho baboso. Otros asistentes afirman que el supuesto agresor sexual ya iba como Las Grecas durante la gala. Naturalmente, el escándalo ha sido mayúsculo.

A mí me asombran algunas cosas que pasan, la forma en que se tratan y me surgen preguntas incomodas. ¿Es razonable que este lamentable y desagradable comportamiento lo califiquemos con el mismo nombre (agresión sexual) que el que recibió, por ejemplo, la manada de Pamplona? En las reacciones ante las supuestas agresiones sexuales se hablaba de condena, de solidaridad y cariño con las víctimas, etc. ¿Es razonable usar en esta situación el mismo lenguaje que empleábamos, hace años, tras cada atentado terrorista? En España, como en todos los países de tradición católica, se consume alcohol, en ocasiones demasiado, y esto da lugar a comportamientos que pueden ser desagradables y en ocasiones muy dañinos. Ahí están las meadas y las vomitonas en los portales, las agresiones físicas en los bares, la conducción bajo los efectos del alcohol o que un baboso te intente comer la boca varias veces sin que tú quieras.

Partiendo de la base de que el comportamiento de este señor es francamente asqueroso y desagradable, me pregunto: ¿este tipo de situaciones deberíamos resolverlas con el código penal? Si la respuesta es sí, ¿qué pena merecen estos comportamientos? ¿multa, cárcel? De los distintos comportamientos que hemos visto relacionados con el abuso de alcohol, ¿cuáles deberían acarrear una sanción penal mayor? En la fiesta participaron muchas personas. Es casi seguro (por pura estadística) que alguna volvió a casa en coche tras haber bebido más de la cuenta. ¿Qué comportamiento debería ser más reprobable: los asquerosos intentos de beso o conducir borracho? Si hubieran multado a alguien por ir conduciendo borracho, ¿habría tenido la misma repercusión que el baboso? Y para acabar, imaginen que desgraciadamente les toca padecer al baboso. ¿Dónde prefieren encontrárselo? ¿En un bar intentando besarles? ¿Vomitándoles encima? ¿Golpeándoles? ¿O conduciendo un coche de frente por una comarcal?.

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