Opinión | Sala de máquinas

Trampas políticas

A veces la política depara trampas de las que no es fácil escapar o salir. Una de ellas puede ser la tendida a Alberto Núñez Feijóo con el cebo del aborto. Los cazadores de gazapos le han lanzado la red de una pregunta-trampa: si, en su opinión, el aborto es o no un derecho fundamental. El falso suelo le ha hecho dudar y, de paso, ha abierto otro debate en su partido sobre este mismo y viejo tabú. Discusión que no parece vaya a resolverse fácil ni rápidamente. De hecho, Feijóo ha pospuesto su toma definitiva de posición a pasadas las elecciones generales, previstas para final de año.

Otra «trampa» política podría ser la que la ministra de Igualdad ha tendido al PSOE dilatando la corrección de la ley del solo sí es sí y retrasando su enmienda o corrección hasta las vísperas, a principios de marzo, del Día de la Mujer. «Trampa», empero, que bien podría acabar cerrándose en torno a la propia Irene Montero, rebajando su crédito político, identificándola con la «suelta de violadores» y complicando sus relaciones con su socio socialista y con Yolanda Díaz, su teórica vicepresidenta pero rival a la hora, cada vez más próxima, de disputarse ambas el poder interno en Unidas Podemos.

Y también otra «trampa» podría ser la que este partido y Chunta Aragonesista deberán eludir en el blanco Aragón de las estaciones de esquí, donde la nieve no deja ver los señuelos. Los ecologistas se oponen a las obras del teleférico, pero las estaciones, ilusionadas con el proyecto de aumentar sus dominios esquiables a una oferta insuperable en España cuentan con el dinero de Europa, con el apoyo de los ayuntamientos y del Gobierno de Aragón.

La oposición ecologista suma en principio a los partidos de izquierda que tradicionalmente han captado esos votos verdes, pero la tibieza de sus dirigentes a la hora de abanderar la lucha contra el proyecto de unión de estaciones puede volverse en su contra y derivar en la figura del «cazador cazado». En esta lucha no habrá término medio: o se está a favor (con todas las salvaguardas legales y medioambientales) o se está en la trinchera contraria, abanderando la no afección a los valles pirenaicos. Será caza mayor, hay que salir pertrechados.

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