Opinión

El futuro del Mobility City

El Mobility City vivió ayer su puesta de largo después de que hayan transcurrido casi 15 años desde que el Pabellón Puente, construido por la prestigiosa arquitecta Zaha Hadid, se convirtiera en uno de los mayores legados de la Expo de 2008. Este espacio, que emerge como imagen de marca de Zaragoza, volverá a la vida a partir del próximo 3 de marzo –coincidiendo con el inicio del puente de la Cincomarzada-- con la apertura al público de un centro que se convertirá en un referente internacional de la movilidad del futuro. Por tanto, el Pabellón Puente, impulsado por la Fundación Ibercaja, está llamado a ser uno de los grandes símbolos de la capital aragonesa y tendrá en el sector del automóvil a uno de sus grandes aliados. De hecho, se ha transformado en el primer museo tecnológico de la movilidad que ofrecerá al visitante experiencias, descubrimientos, actividades interactivas, exposiciones y las propuestas más llamativas.

El Mobilty Museum echó a andar este lunes en un acto presidido por el Felipe VI, que recorrió este innovador espacio en compañía de la ministra de Industria, Reyes Maroto, el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, entre otras autoridades, lo que certifica la apuesta conjunta y sin fisuras por un proyecto que posiciona a la comunidad como referente de la electromovilidad. De hecho, para que hoy vuelva a ser una realidad ha sido necesaria una inversión de casi ocho millones, cuya aportación es fruto de la colaboración público-privada.

El camino recorrido hasta la fecha no ha sido sencillo y no ha estado exento de dificultades, porque la crisis económica de 2009 torpedeó muchas de las iniciativas que por entonces se estaban incubando. Sea como fuere, Ibercaja ha cumplido, aunque con retraso, con su compromiso adquirido en 2008 de convertir este edificio en un centro emblemático. Sin embargo, es ahora cuando ha de afrontar el mayor de los retos: crear contenido de valor para hacer del Pabellón Puente un espacio dinámico y atractivo para los visitantes y para el sector. El objetivo, en un primer momento, es alcanzar los 100.000 visitantes al año, unas cifras similares a las registradas por el Museo de Goya, aunque un proyecto de estas dimensiones ha de aspirar a más. Sus más de 50 socios (vinculados a sectores como el del automóvil, las telecomunicaciones, la energía y las infraestructuras), así como las instituciones autonómicas y estatales, institutos de investigación, asociaciones y universidades están obligados a aunar esfuerzos para que el proyecto sea una realidad de presente, pero sobre todo de futuro.

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