CRUCE DE CAMINOS

La ideología también tenía un precio

La crisis del centro derecha en Aragón evidencia que las ideas en política pasan a un segundo plano si en juego está la supervivencia

Pérez Calvo interviene en las Cortes y Jara Bernués (Cs) mira ante los diputados del PAR Guerrero y Peyrat, que hoy no aparecen en ninguna opción futura.

Pérez Calvo interviene en las Cortes y Jara Bernués (Cs) mira ante los diputados del PAR Guerrero y Peyrat, que hoy no aparecen en ninguna opción futura. / CORTES

Ricardo Barceló

Ricardo Barceló

"El estómago agradecido antes se debatía entre la sardina y el arenque; hoy, la ideología tiene menos valor que una ración de gambas», escribió con lucidez el escritor y periodista Manuel Vicent. No solo no le falta razón sino que con una visita a Aragón podría comprobar que quizá se haya quedado corto, más todavía después de una semana en la que la ideología cotiza a precio de saldo y que certifica que los escrúpulos han desaparecido de la vida política aragonesa. De hecho, a no mucho tardar, las ideas comenzarán a preparar su propio funeral. Al tiempo. 

Los partidos del centro derecha de la comunidad (PAR, Ciudadanos, Aragoneses… y alguno más que llegará) están protagonizando un esperpento difícil de digerir. Entraron en crisis, protagonizaron luchas internas, asistieron a su descomposición y, finalmente, han aterrizado en un surrealismo que firmaría el mismísimo Salvador Dalí. 

La imagen de la nueva líder de Aragoneses, Elena Allué, junto al presidente del PP en Aragón, Jorge Azcón, sellando una alianza electoral para los comicios del 28M no solo certifica que había una estrategia que pasaba por hacer añicos al PAR sino que demuestra que el fin, en política, justifica los medios.  

Allué, que formó parte del cuatripartito y fue mano derecha de Arturo Aliaga, aseguró hace poco más de un mes, en una entrevista publicada por este diario, que Aragoneses –la formación que creó tras ver frustrado su liderazgo en un congreso que perdió por un puñado de votos-- sería un «espacio aragonesista, de centro, moderado y único», además de «independiente de otras formaciones». Hace solo unos días cerraba un pacto con el PP, que se extenderá hasta las generales. No hay más preguntas, señoría. 

Este es solo un ejemplo del deterioro de la vida pública aragonesa en los últimos meses, pero no es el único. Ciudadanos ha ofrecido un nuevo capítulo de un serial con un argumentario que no hay por dónde cogerlo y plagado de incoherencias que abona la tesis de que lograr un diputado en las Cortes de Aragón o un concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza sería todo un milagro. Más todavía después de comprobar cómo la formación naranja elige como presidente a Carlos Ortas, uno de los integrantes de la plataforma crítica SomosCs. Paradojas de la vida, también exigió no hace mucho la salida inmediata de Inés Arrimadas. Es el mismo que fue destituido del partido por el que fuera su líder en Aragón, Daniel Pérez Calvo, que ahora aterriza como candidato al consistorio de Zaragoza. Ver para creer.

Ciudadanos ha ofrecido un nuevo capítulo de un serial con un argumentario que no hay por dónde cogerlo y plagado de incoherencias

La política, en definitiva, ya no trata de buscar equilibrios sino que directamente hace dobles y triples piruetas con tirabuzón sin importar el mensaje que llega al potencial votante, al que ningunean, ignoran y tratan como nunca se mereció.

El PAR, el auténtico, según dice el propio Alberto Izquierdo y Clemente Sánchez Garnica, trata de buscar salidas a un callejón sin ellas. En el horizonte no se descarta una alianza con Tú Aragón, un partido todavía por registrar, surgido de la escisión del propio PAR e integrado por alcaldes y concejales del territorio. Es desandar el camino, pero así es la política hoy, no busquen explicación. 

Y mientras todo esto sucede, CHA y Podemos, exhiben (ahora sí) su ideología a poco más de dos meses de las elecciones autonómicas y municipales a cuenta de la unión de estaciones en el Pirineo aragonés, un proyecto que estaba encima de la mesa pero que pasaba desapercibido por el bien de la estabilidad política de Aragón, sin duda un activo clave para la comunidad… hasta ahora. Por cierto, es la misma unión de estaciones que apoyan con los ojos cerrados el propio Javier Lambán y su máximo rival el próximo 28 de mayo, Jorge Azcón, que pese a todo también tienen puntos en común. 

La política, en definitiva, ya no trata de buscar equilibrios sino que directamente hace dobles y triples piruetas con tirabuzón sin importar el mensaje que llega al potencial votante, al que ningunean, ignoran y tratan como nunca se mereció

Y así termina una semana, protagonizada por una moción de censura de Vox, cuyo discurso ofrecido Ramón Tamanes, un excomunista que ha mutado a no se sabe qué, se puede comprar por internet por apenas cinco euros. Lo dicho, vayan preparando una gran corona de flores para despedirnos de lo que en su día era sagrado y hoy vale menos que una ración de gambas.

*Subdirector de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN