Ciudadanos, un partido necesario

Alfonso Alegre

Alfonso Alegre

En la Europa del sur no les ha ido tradicionalmente bien a los partidos liberales. La derecha ha estado más bien representada por el conservadurismo y la cleptocracia. Ahí está Berlusconi en Italia o el PP en España. Es lamentable que ser de derechas tenga que estar necesariamente asociado a negar el derecho al aborto, a la eutanasia o al matrimonio gay. Por intentar describirlo en imágenes, podríamos recordar a Cospedal vistiendo de manola en una procesión de la legión. En cuanto a la economía, lo que defienden es el capitalismo de amiguetes y todo tipo de trápalas a las que piensan tienen derecho de nacimiento. Es casi como una reminiscencia feudal. Por ponerlo de nuevo en imágenes, recuerden al Bigotes, a Correa y a Bárcenas, entre otros, fumándose puros en la boda de la hija de Aznar.

En el norte de Europa (Inglaterra, Alemania, Holanda, etc) existen partidos de larga tradición liberal. Estos partidos, siendo de derechas, defienden el matrimonio gay y el aborto, defienden la libertad religiosa y por consiguiente la separación de la iglesia y el estado. Y en lo económico, defienden la libertad de mercado, no las cacerías descritas por Berlanga en La escopeta nacional. A mí me encantaría que en España hubiera una derecha así. Esto es lo que podía haber sido Ciudadanos. Lamentablemente, estuvo dirigido por un narcisista de manual y eso suele generar comportamientos no muy inteligentes que le han llevado a la casi desaparición. No obstante, estoy convencido de que en España hay espacio de sobras para un partido liberal, porque la inmensa mayoría de la gente (también de derechas), entiende que los homosexuales se pueden casar, y que si una mujer aborta, en ningún caso debería ir a la cárcel.

Hoy por hoy, ese partido de derechas pero liberal, es Ciudadanos. Tal vez ahora que ha perdido a la gente más recalcitrante como Girauta o a cracks de la política como Toni Cantó puede que lo tengan más fácil para ser liberales y no casposos nacionalistas. Yo no les voy a votar, no es mi espectro político. Sin embargo, tengo claro que España necesita para avanzar una derecha europea, que mire a Bruselas y no a Suiza, que fomente las start ups y no las monterías con habanos, ni los palcos del Bernabéu. Una derecha que crea en la ciencia y no en predicadoras evangélicas que curan la homosexualidad. En definitiva, una derecha del siglo XXI no del XIX.

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