Luz de luz

Día espléndido, luminoso y jovial el que amanece hoy. Y ustedes dirán: Pues yo lo veo encapotado y ciertamente nublado. Y yo les diré que es luminoso y espléndido en nuestro corazón, porque hoy es el día que da sentido a nuestro ser cristiano. Hoy es Domingo de Resurrección, Jesús cumple la palabra dada y resucita, vence a la muerte y nos regala la esperanza. Jesús rompe las tinieblas y nos ofrece una nueva luz, esa, que quizá no brille hoy en nuestro cielo, pero que ha de iluminar nuestras almas.

A lo largo de estos días pasados hemos hablado en estas líneas de procesiones, de Pasos, de instrumentos e imágenes que no había que perderse; todo ello conforma la tradición, el acto cultural y patrimonial de nuestra Semana Santa, pero el día de hoy tiene una razón de ser religiosa mucho más honda, que entronca con el sentido mismo de nuestra identidad cristiana.

La Real Hermandad de Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza y del Consuelo nos lo va a recordar en el Encuentro Glorioso que acontecerá entre sus titulares en la plaza del Pilar. Cofrades con la cara descubierta, lucirán orgullosos los claveles blancos que caracterizan esta procesión y las Hermanas de mantilla la portarán blanca, en lugar de la típica negra, como ha sido a lo largo de estos días. El luto se ha acabado, la alegría nos desborda, jotas y redobles se entremezclarán en la plaza. Las palomas revolotearán surcando el cielo y las campanas repicarán con alegría, creando un espectáculo audiovisual que dará marco al momento.

Estoy convencido de que los rayos del sol romperán las nubes y disfrutaremos de un momento precioso al acabar su procesión en el colegio de Agustinos de Camino de las Torres, para poner un broche de oro y luz a esta Semana Santa.

Han sido nueve días de sonidos, colores y aromas que llegan a su fin, lo que no termina es la labor social que las Cofradías continuamos desarrollando a lo largo del año. Una labor callada pero constante.