Al margen

Impuestos para todos

Marian Rebolledo

Marian Rebolledo

Leo que el gobierno está presionando a la constructora Ferrovial para que no se marche de España y que si lo hace, apechugue con la decisión. Al parecer, la empresa tendrá que justificar ante las autoridades españolas los argumentos económicos de su traslado a Países Bajos si no quiere pagar una factura millonaria en impuestos. A mí me parece muy bien. ¿Esos impuestos se aplicarían según la ley? Si lo que hace el gobierno es legal, adelante con los faroles. Lo que no me parece bien es ese acomplejamiento de los poderes políticos ante los económicos y financieros. Recuerden la crisis de 2008, yo nunca la olvidaré. A quién se optó por salvar. ¿A los particulares? Nooo, ¿verdad? Preparémonos para oír que el gobierno de España persigue a los ricos y poderosos, y que fríe a impuestos a los empresarios. Eso es ver el mundo al revés. A mí Hacienda (ahora que empieza la campaña) no me perdona ni un euro. Ni un céntimo de euro. Una vez estuve a punto de no cobrar un premio porque debía (sin yo saberlo) dos euros al fisco. Esto es real. Era tan poca cantidad que ni se molestaron en comunicármelo. Pero ante la ley yo era una morosa y el premio lo concedía una entidad oficial. Pues eso. Si Ferrovial se va, que apechugue. Si alguien dice que eso es perseguir a los empresarios, que me diga qué parte de que cada uno cotice según sus ingresos le parece mal. Si hay que plantarse ante la familia Del Pino, de rancia raigambre y probado patriotismo (hasta que les ha interesado) pues uno se planta. Uno no, todos: o sea, el gobierno de España. Ya vale de que veamos el mundo al revés. Y no es que yo sea una peligrosa comunista: es que empieza la campaña de la renta y a la gente de a pie no nos pasan ni una.

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