Los incendios ya no solo se apagan en invierno

El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

El Gobierno de Aragón ha activado el protocolo de prevención frente a incendios debido a la situación de riesgo extraordinaria que atraviesa la comunidad. Se puso ayer en marcha cuando lo habitual es que se inicie en torno al 15 de junio, justo antes del cambio de estación meteorológica. Más de 1.300 personas trabajan ya para hacer frente a las emergencias por incendios forestales. Ingenieros, técnicos, personal de extinción, conductores y pilotos forman parte de las 57 cuadrillas terrestres y ocho helitransportadas desplegadas por todo el territorio. La extrema falta de precipitaciones durante el mes de abril y las altas temperaturas, más propias del verano que del ecuador primaveral, dibujan un panorama que se sale de todas las previsiones y hace necesario tomar medidas preventivas como esta para gestionar de un modo adecuado la masa forestal. Además de la sequía, la despoblación en el medio rural y la desaparición progresiva de la ganadería extensiva han propiciado que prospere el monte bajo, arbustos y matorrales que tapizan el terreno y que favorece que los bosques acumulen mayor combustible en forma de biomasa forestal. El monte se limpia en la medida de lo posible pero no hay capacidad suficiente para abarcarlo todo. Todavía se puede escuchar la expresión popular de que «los incendios se apagan en invierno», que hace referencia a una gestión forestal sostenible no solo en verano, sino durante todo el año. Y sí, es necesaria, pero tal vez esto ya no sea suficiente. El calentamiento global está provocando un alza desmesurada de las temperaturas que dispara el riesgo de incendios. El pasado verano fue el más cálido desde que hay registros oficiales de temperaturas en España y se produjeron varias olas de calor que comenzaron en el mes de mayo. Por ello es justamente en estos meses cuando los organismos oficiales se tienen que aplicar con mayor esfuerzo en la extinción y la prevención de incendios y es necesario tener un operativo estable y profesional para poder actuar en cualquier momento y en cualquier condición.

En 2022, se calcinaron en Aragón 20.260 hectáreas, 11.000 de ellas en Ateca. Además se produjeron otros tres grandes incendios: Añón del Moncayo (Zaragoza), Castejón de Tornos (Teruel) y Nonaspe (Zaragoza). Solo el 17% de todos los fuegos declarados en la comunidad el año pasado se produjeron por causas naturales. El 31% fue por negligencia, el 21% intencionado y el 16% debido a un accidente. Hay que remontarse a 1994 para encontrar una cifra peor, cuando se carbonizaron más de 31.000 hectáreas de masa forestal, con el fuego de la zona del Maestrazgo como protagonista. Este verano se prevé tan complicado como el pasado debido al estado actual de los embalses, la sequía y la estimación al alza de las temperaturas promedio. Por ello se necesitarán más medios, más preparados y mejor coordinados. Y también más conciencia individual. Es una labor de todos.

Suscríbete para seguir leyendo