Pactar a cualquier precio

Álvaro Sierra

Álvaro Sierra

Decía ayer Javier Lambán en Adea que no hay que pervertir los principios o los proyectos estratégicos por un mero pacto electoral. Y en seguida todos pensaron en Teruel Existe y Tomás Guitarte. Las famosas líneas rojas que ya salen a relucir de unos y de otros; y que siempre se pervierten por el ocupar un sillón. Ahí está la valentía en defender lo que sea cuando sea, a pesar de las circunstancias.

El pacto a cualquier precio debe ser una práctica repudiada por el elector. En Aragón y en el conjunto de España. La cesión en el pacto es una cosa, pero otra es la sumisión por lograr el gobierno. En este apartado Pedro Sánchez se lleva la palma, cierto.

Sucede lo mismo con la acción de gobierno, que no de postureo. Estar en un consejo de Gobierno conlleva responsabilidad y se debe ser consecuente cuando luego arengas a los tuyos. La rendición de cuentas sin cinismo ni mentiras. Quiénes avalaron la unión de estaciones por asentimiento y ahora la repudian, son el mejor ejemplo.

Otra situación de estas surrealistas, que alejan a la ciudadanía de la política, es la sobreactuación de los políticos. En campaña electoral se lleva al extremo. Los reproches de la izquierda sobre unas inexistentes ilegalidades en la nueva Romareda son el mejor ejemplo. Es más, tampoco se debe usar las instituciones para provocar bilis en el contrario, estés en campaña o fuera de ella, como la ministra portavoz.

Es lamentable que se utilicen argumentos falsos, maniqueos o de pura propaganda para ir contra proyectos vitales. Sea La Romareda, la unión de estaciones o las energías renovables. O permitir el boicot a las inversiones en Zaragoza por su auge empresarial.

Y en campaña, lo urgente son los proyectos de futuro. No los sillones de una legislatura.

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