Aragón necesita un pacto por las renovables

El Periódico de Aragón

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El impulso de las renovables se ha convertido en una de las bazas que Aragón tiene a su alcance para conseguir que la comunidad afiance un cambio de modelo energético. Este se hizo necesario tras el anuncio de cierre de la central térmica de Andorra, pero hoy resulta fundamental para que el tejido productivo eleve su competitividad. El aprovechamiento de activos como el viento y el sol no solo permiten competir mejor en los mercados exteriores (al reducir los costes de producción) sino que también favorece la llegada de nuevas inversiones, algo que ha ido a más en los últimos años.

Sin embargo, como en todos los órdenes de la vida, en el equilibrio está la virtud. En los últimos años han sido muchos los proyectos que se han puesto en marcha en el territorio aragonés, algo a lo que también ha contribuido que la aragonesa Forestalia haya sido la adjudicataria de miles de megawatios de renovables en las sucesivas subastas celebradas por el Ministerio de Industria. Esta expansión de los parques fotovoltaicos y eólicos ha generado malestar en algunas comarcas aragonesas, que se ven amenazadas porque, aunque aporte beneficios a los municipios, no tiene traslación al empleo y, además, puede dañar sectores como el turismo.

En términos generales, los partidos políticos aragoneses son partidarios de aprovechar esta potencialidad de Aragón, aunque son muchas las voces que alertan sobre los abusos de la implantación de renovables. Ese malestar ha ido en aumento tras las denuncias publicadas por este diario en las que los funcionarios del Inaga –organismo ambiental que aprueba los expedientes ligados a parques solares y eólicos— señalaban que se aprobaban expedientes que «no están amparados por informes técnicos». Este martes, una información publicada este martes por el diario El Mundo apuntaba que existen decenas de proyectos fragmentados para no superar los 50 megawatios de potencia, límite fijado para que la tramitación se lleve a cabo en Aragón. La sombra de la sospecha se extiende si, como afirma ese diario, dos de las consultoras, que realizan evaluaciones ambientales, tienen una relación directa con Forestalia. Por lo pronto, el alcalde de Zaragoza y candidato del PP a la DGA, Jorge Azcón, ha solicitado la creación de una comisión de investigación. Pero el presidente Lambán negó ayer dicha información y sostuvo que el Ejecutivo ha actuado «atendiendo rigurosamente a la legislación», algo que ratificó el director general del Inaga, Jesús Lobera, si bien en algunos de los proyectos que hoy publica este diario aparecen las dos consultoras vinculadas a Forestalia, lo que exige una aclaración definitiva.

La batalla por las renovables no es nueva, pero se recrudece a solo cinco días de las elecciones autonómicas y municipales. Al margen de la deriva que tome este asunto, el gobierno que salga elegido en los próximos comicios autonómicos tiene como tarea pendiente promover un pacto por las renovables para tratar de poner cordura, consenso y sentido común a un asunto trascendente para la comunidad.

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