Sala de máquinas

El florete y el mazo

Juan Bolea

Juan Bolea

casi todo el mundo está dando por hecho que el pacto entre el Partido Popular de Aragón y Vox se va a firmar de inmediato y sin problemas, pero puede que ese proceso no sea tan rápido ni sencillo como muchos desearían. De momento, Vox ya ha puesto algunas condiciones para entrar a gobernar con Jorge Azcónen una nueva etapa del Pignatelli.

En primer lugar, según adelantaba en campaña el tonante y triunfante líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, el trasvase del Ebro. En Aragón no se ha atrevido a decirlo, porque incluso una mente tan primaria como la suya es capaz de deducir que aquí resultaría imposible gobernar con semejante premisa, pero, en Murcia y en Andalucía, Abascal se ha empleado a fondo para defender un nuevo plan hidrológico que incluya el trasvase del Ebro a Levante, a Murcia y Andalucía. Llegando a afirmar que expulsará de Vox a todo aquel militante que se oponga a los trasvases de los grandes ríos españoles a otras cuencas.

Dicha y muy real amenaza, como los aragoneses bien saben, supondría un golpe letal para la Comunidad de Aragón. Por eso, Azcón, si pretende incluir en su equipo de gobierno a consejeros de Vox, incluso a algún vicepresidente, según se rumorea le están planteando, deberá medirse en duelo con Abascal y parar ese ataque, sus tremendas estocadas. La mesnada aragonesa de Abascal quiere, además, suprimir las comarcas, administraciones públicas sin las cuales muchos municipios quedarían desabastecidos de servicios elementales. Pero esto no es todo... En sus bravuconadas y arrebatos, don Santiago y cierra España ha llegado a proclamar que va a descabezar de nuevo al Justicia de Aragón, eliminando igualmente al resto de Defensores del Pueblo...

Condiciones todas ellas inaceptables para ningún partido democrático, incluido el PP-Aragón, pero que los negociadores populares deberán lidiar una a una si quieren imponer sus criterios y eliminar de una futura acción de gobierno cualquiera de estos planes de Vox, gravemente lesivos para los intereses, la economía, la identidad, la cultura, el prestigio, el pasado y el futuro de Aragón.

Frente al fino florete de Azcón, la maza de Abascal puede romper la malla protectora de la salud democrática. ¿Quién ganará el pañuelo de la dama?

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