APUNTES AL MARGEN

Ahora toca Sumar

Alfonso Alegre

Alfonso Alegre

Se ha hablado mucho de marea azul de la derecha en estas elecciones. Sin embargo, se observa que lo ocurrido es que el PP ha fagocitado a Ciudadanos. De hecho, el PP sube lo que pierde ciudadanos. De tsunami, marea azul y otras gaitas nada de nada. Lo que sí ha pasado es que la izquierda ha jugado fatal sus cartas, al concurrir fragmentada. El caso de la ciudad de Huesca es paradigmático. En esa ciudad las fuerzas de izquierda han sumado el 18% de los votos. Sin embargo, CHA, IU, Podemos y Equo han concurrido en 4 candidaturas separadas. Todas superaron el 4% de los votos, pero ninguna llegó al 5%. Consecuentemente el número de concejales obtenido por estas candidaturas ha sido, como diría Aznar: cero patatero. Es decir, el 18% de los votos ha ido a la basura. Si bien el caso de Huesca es extremo, hay multitud de localidades con enormes porcentajes de votos inútiles. En Zaragoza, 9%; Madrid, 5%; Granada, 7,5% y así podría seguir hasta acabar la columna.

En las elecciones autonómicas tres cuartos de los mismo, centenares de miles de votos de izquierda que no se han traducido en representación en los parlamentos. Lo normal hubiera sido que esta columna fuera para criticar estos errores, pero no hay tiempo. El 23 de julio hay elecciones generales y las coaliciones pueden presentarse hasta el próximo viernes. A la izquierda no le queda otra que dejarse del quítate tú pa ponerme yo, y simplemente Sumar. Se podrían plantear negociaciones, asambleas, primarias, comunicados al estilo La vida de Brian y todas esas cosas que le encantan a la izquierda, pero a mí me da que en los cinco días de plazo que hay no da tiempo. Por lo que la única opción es que toda la izquierda acepte y confíe en la batuta de Yolanda Díaz. Además, los militantes y las organizaciones no deben enfadarse si fulanito va detrás o delante de menganito o si falta tal cosa o tal otra en el programa. Porque lo que se juega la izquierda no es solo que Abascal sea vicepresidente. Sino que los avances de progreso de esta legislatura: la reforma laboral, los ertes, la ley de vivienda o la subida del SMI acaben en el mismo lugar que los votos de la izquierda oscense.

Creo que está en manos de la izquierda, y en particular de su militancia, presionar para que haya un acuerdo a la mayor celeridad y una campaña unitaria que ilusione como en 2015. Hay mucho en juego y nada decidido.

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