Opinión | SALA DE MÁQUINAS
Miguel Sebastián
Junto al Parque municipal, donde puede disfrutarse del sonido del agua y del viento entre los árboles, la Sala del Centro Cultural José Lapayese de Calamocha es uno de esos lugares donde ocurren, artísticamente hablando, cosas interesantes.
La concejalía de Cultura, que dirige Inocencio López, ha apostado por un autor relevante, el fotógrafo Miguel Sebastián, y por su nueva aventura creativa. En forma de exposición fotográfica, Colores primarios, producida por el equipo de esa extraordinaria programadora que es Pilar Esteban, acaba de inaugurarse en Calamocha con una propuesta original.
En todas las fotos de Miguel Sebastián vemos, en blanco y negro, a un hombre llamado Gabriel. Las imágenes lo representan caminando con una mochila al hombro, durmiendo en una fábrica abandonada, leyendo en un banco, asistiendo a terapias, reponiendo fuerzas en un comedor social... Le vemos, sobre todo, andar entre campos, por las afueras de las ciudades, entre los postes de teléfonos y luz, caminando de día y de noche, siempre a solas con su sombra...
Tampoco estrictamente solo, porque Miguel Sebastián iba con él. Durante un año y medio, el fotógrafo turolense y el valenciano Gabriel compartieron el camino, las inclemencias del tiempo, la soledad y una amistad que iría vertebrándose sobre sus múltiples conversaciones y progresivas confidencias. Día a día, en el camino, Miguel iba conociendo un poco mejor a Gabriel. No siempre fue un vagabundo, alguien «sin hogar». Antes de dejarse arrastrar a su descenso a los infiernos, Gabriel disfrutaba de una vida de éxito. Diez años atrás era un pintor de cierta fama, padre de familia, socialmente respetado. Tenía mujer e hijos, un buen trabajo, pero todo lo perdió por culpa de sus adicciones.
A su lado, Miguel luchó por alejarlo de los peligros que le acechaban, pero finalmente Gabriel sucumbiría a su extremo estilo de vida, falleciendo en un albergue de acogida.
Durante el año y medio que compartió el destino de Gabriel, Miguel tan solo escribió unas pocas cuartillas sobre él, pero lo fotografió mucho. Su testimonio de aquella experiencia son las intensas y conmovedoras fotografías de Colores primarios. Que vale, y mucho, la pena ver para reflexionar con hondura sobre la condición humana.
Suscríbete para seguir leyendo
- Un vecino de Zuera que sufre cáncer terminal: 'Llevo casi dos años esperando la incapacidad
- Sergio vuelve al Hospital Miguel Servet en su primer día de servicio tras superar un tumor cerebral: 'Gracias a vosotros puedo volver a vestir mi uniforme
- Condenado el Ayuntamiento de Zaragoza a pagar 75.000 euros por no actuar a tiempo en un caso de conflictividad laboral
- La inesperada despedida de Manu en Pasapalabra tras su sufrida derrota en el rosco: 'Me ha cambiado por completo
- Albert Rivera critica en Zaragoza el salario mínimo y el subsidio de paro: “El Estado crea ciudadanos dependientes”
- El amargo final de Nieto
- El inicio de la desbandada en la Ciudad Deportiva: el juvenil Dani Cantero, cerca del Villarreal
- El conductor del patinete arrollado por el tranvía continúa en la uci del Servet