Opinión | VIRANDO A BABOR

Lo importante y lo secundario

No dejan de sorprenderme las opiniones de quienes tildan al Gobierno de Pedro Sánchez de independentista acusándole de formar un gobierno frankenstein con tal de llegar al poder y a la vez bendecir, e incluso atribuir gran visión política, a quien hizo lo mismo configurando un proyecto con la presencia de nacionalistas, regionalistas rurales (a quienes antes se despreciaba) y a los de Podemos, todos juntos en unión. Y esto no es de ninguna manera un gobierno frankenstein sino una necesidad impuesta por el resultado electoral. Se ve que en Aragón los votantes aragoneses querían eso, pero en las generales no admitían según qué alianzas parlamentarias. En Aragón todo es legítimo, o en Castilla la Mancha, pero en España de ninguna manera. Nunca se explicó por qué ni aun citando a Kant. Al menos de manera aceptable. Por supuesto está muy mal el apoyo de Bildu, una fuerza reconvertida para el ejercicio político democrático, pero es plenamente aceptable pactar con la extrema derecha xenófoba, machista y autoritaria, esa que también tiene antecedentes poco presentables. Pues a otro perro con ese hueso. Poner como contradicción principal la tensión con los nacionalismos periféricos oculta a mi juicio otra no menos importante y es la que se construye en base a los intereses. Me explico. A la mayoría social, a las clases trabajadoras les interesa que quienes han de representarles defiendan un Estado que atienda sus necesidades y eso se concreta en el mantenimiento y la mejora de los servicios públicos. Hay otras fuerzas que defienden otros intereses, los de las clases más poderosas que optan por lo privado, y el negocio con esas necesidades básicas. Unas defienden un sistema fiscal justo y progresivo que asegure dichos servicios. Otras perdonan impuestos a los más ricos y tratan de disminuir el Estado al mínimo. A muchos esto es lo que más nos interesa y no es indiferente quién está en el Gobierno. El Gobierno dirigido por Pedro Sánchez está defendiendo lo que tiene que defender, otros no.

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