Opinión | La opinión del director

Zaragoza

China, la gigafactoría y los 40.000 millones

El proyecto será visto como un hito en la historia económica de Aragón y un punto de inflexión en el desarrollo del sector del automóvil y de la industria

Un trabajador, en una de las líneas de fabricación de coches de la planta de Stellantis en Figueruelas.

Un trabajador, en una de las líneas de fabricación de coches de la planta de Stellantis en Figueruelas. / EL PERIÓDICO

Y a la tercera fue la vencida. Aragón tiene ya su gigafactoría, un proyecto que, con el paso del tiempo, será visto como un hito en la historia económica de la comunidad y un punto de inflexión en el desarrollo del sector del automóvil y de la industria, en general. La buena nueva es fruto de la constancia, la capacidad de Aragón de creer en sus posibilidades y el trabajo colectivo desempeñado en los últimos años.

El logro tiene infinidad de protagonistas, entre los que figuran los Ejecutivos de Javier Lambán y de Jorge Azcón, que fueron capaces de trazar y definir una estrategia ganadora; pero también las empresas que forman parte del clúster del automóvil y su capacidad de anticipación; la multinacional Stellantis, que confirma su apuesta por Figueruelas como punta de lanza de su megaproyecto; el Gobierno chino, que ha puesto sus ojos en una comunidad en la que ha encontrado seriedad, diligencia, energía y un futuro prometedor para desarrollar sus proyectos; y los agentes sociales, que vuelven a exhibir paz social como garantía de estabilidad y futuro para las grandes inversiones.

La gigafactoria de Stellantis y CATL es un paso de gigante en la estrategia de Aragón de focalizar sus esfuerzos en aquellos sectores que se han convertido en un puntal para la economía regional. La diversificación, la apuesta por la innovación, la implementación de nuevas tecnologías, el talento de su capital humano y el firme impulso por las energías renovables están detrás del éxito del sueño de la megafábrica de baterías para coches eléctricos.

Es la demostración más palpable de que cuando se persigue un objetivo, lo más importante es tenerlo claro, poner los medios necesarios y estar toda la sociedad alineada para conseguir tal fin. La gigafactoría es ya una realidad y pone la guinda a un año frenético en la llegada de inversiones a Aragón. Son ya 40.000 millones. Pero eso es solo una cifra. A partir de ahora empieza lo mejor.

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