Político del año

El 8 de noviembre del 2022 el alcalde Azcón prometió que el nuevo estadio de la Romareda les costaría a los zaragozanos cero euros. Antes de irse reiteró que lo dejaba todo preparado para que el campo de fútbol no costara un duro a los ciudadanos. Al final, y con carácter provisional, ya se verá, vamos por 152 millones de dinero público. Bueno, ya se verá si nos dejan, porque el equipo de gobierno se lo guisa y se lo come y la mirada de la oposición les molesta. Transparencia cero. O sea, que de cero euros a 152 millones. Un éxito de la gestión del alcalde Azcón y de su sucesora. Un mérito importante para ser premiado como político del año. Que Santa Lucía les conserve la vista y a los demás nos cojan confesados. Seguramente en tiempos de polarización se merezca el premio porque ya se sabe que la esencia y el estilo Azcón es la bronca, contribuir a la crispación, propagar bulos, echar la culpa siempre a los demás y una gran capacidad de adaptación. Le costó una milésima de segundo cambiarse la chaqueta de Casado a Feijóo con quien se siente en su salsa, en esa estrategia trumpista de no dar un segundo al Gobierno elegido por la mayoría parlamentaria legítimamente, y creando o alimentando cuantos bulos le propongan desde Madrid en el argumentario cotidiano. Con Vox, no se engañen, también está en su salsa y habrá presupuestos a costa de que los menores en situación de vulnerabilidad, que pasan el tiempo en Canarias de mala manera, sigan sin solución sine die. Es igual que la recientemente celebrada Constitución (art 39.4) establezca que «los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos». Dice los niños, por tanto cualquier niño, aunque su piel sea de otro color y su origen otro país. Pero mira por donde, y en contra de la evidencia proporcionada por todas las estadísticas oficiales, los de VOX se sienten inseguros cuando piensan en estos niños como delincuentes peligrosos, negros, sin bautizar y hambrientos. D. Pelayo, los Reyes Católicos y el Cid Campeador hubieran hecho lo mismo. Ahora Azcón y Nolasco ya pueden hablar de presupuestos.

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