Opinión | SALA DE MÁQUINAS
Esclavos
El sello Salamandra recupera una curiosa novela del escritor húngaro (eslovaco, más exactamente) Sandor Marai, un título que hasta el momento no había sido traducido al castellano: Un perro de carácter.
Se trata de una suerte de fábula con un trasfondo claramente psicológico, incluso político.
De una, para ser más exacto, "fábula con animales" como las que en las letras clásicas cultivaban Apuleyo (Roma) o el infante Juan Manuel (Castilla medieval) cuando se utilizaban las apariencias y costumbres de los animales con un claro objetivo moralista, a fin de educar a las primitivas capas de sociedad a las que a duras penas llegaba la instrucción.
En este caso, el protagonista será un perro. Un cachorro, un perrito destinado a alegrar el hogar de una joven pareja con sus inocentes cabriolas. La trama de Marai irá descubriendo con una gracia no exenta de un cierto tono satírico, y de un puntual registro sarcástico, los sucesivos episodios de la progresiva adaptación del perrito al hábitat de sus nuevos amos, al cerrado y claustrofóbico espacio de un piso convencional con sus escaleras, muebles, cortinas, etcétera... hasta llegar a una escena clave, muy corta pero estremecedora, en la que al pobre perrito Chútera –tal es su absurdo nombre– le ponen por primera vez una correa, y salta y gruñe y bota y muerde y gime y se enrosca intentando desesperadamente aceptarla hasta quedar derrotado, exhausto, lloroso, para asimilar su nueva existencia al servicio del hombre, en calidad de esclavo suyo.
Pocos capítulos después, Chútera habrá concedido al amo renuncia tras renuncia. La libertad, la caza, las carreras por los espacios libres, el salvaje ladrar ante cualquier estímulo darán paso al silencio, a la obediencia, rutina y mansedumbre... a cambio tan solo de un plato de comida.
Una fábula, sí, porque, al haber sido originalmente publicada en 1930, esta novela, Un perro de carácter, coincidió con el ascenso de los nazis al poder y con la "domesticación" de todo un pueblo, el noble y antiguo pueblo alemán, que acabaría renunciando a sus esencias, identidad y libertad, para dejarse poner la correa y seguir a cuatro patas al peor amo que han tenido...
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