Opinión | APUNTES AL MARGEN

Lo de Siria

Me está resultando especialmente llamativa la cantidad de voces en nuestro país que se alegran de la caída de dictador Al Asad, incluso los hay que hablan de una nueva época de democracia y esperanza para Siria. Muchas veces cometemos el error de creer que es bueno acabar con los malos regímenes. Es un error porque solo es bueno si lo que los sustituye es mejor. Sin embargo, la experiencia demuestra que el cambio puede ser a peor. Veamos un par de ejemplos comparables. En 2003 había que acabar con Sadam Husein y entonces Aznar, Bush y Blair decidieron inventarse la existencia de armas de destrucción masiva para justificar la invasión. El resultado de aquello fue una guerra y la aparición de luchas sectarias entre chiíes y sunníes, los atentados en mercados, e incluso el Estado Islámico tomo parte del país. Y lo más curioso es que al final Irán ha conseguido una gran influencia sobre Irak, algo que imagino no es del agrado de los que iniciaron la invasión. Hablando en plata podemos decir que la invasión de Irak y la caída de Sadam han resultado ser un pan como unas hostias. El otro caso es el de Gadafi. Era un dictador, pero el cambio de régimen en Libia ha provocado que el país se convierta en un Estado fallido, donde ha vuelto la esclavitud, y donde el integrismo ha crecido. Además, por hablar algo de lo que nos afecta a nosotros, la industria petrolífera ha perdido mucha producción empujando precios al alza. El caso de Siria es algo diferente porque su origen no es una invasión sino las llamadas primaveras árabes que, a pesar de su nombre, fueron golpes de Estado islamistas. De hecho, el líder de los que acaban de ganar fue jefe de Al-Qaeda en Siria. Un pecadillo de juventud, supongo. De momento lo que está pasando tras la caída de Al Asad es que Israel esta anexionándose nuevos territorios junto al Golán, disolviendo allí manifestaciones a balazos y bombardeando medio país. Turquía, por su parte, no para de bombardear a los kurdos y está amenazando con una invasión a gran escala del norte para pulírselos junto con todos los avances democráticos que han conseguido en Rojava. Por otro lado, la violencia sectaria ya ha estallado y han quemado un santuario alauita. En Siria ha caído un dictador, pero han ganado los barbudos, y eso me hace pensar que, con buena suerte, kurdos, yazidies, drusos, chiíes, mujeres, cristianos etc. lo van a pasar muy mal. Con mala suerte Siria será un estado fallido del palo de Libia o de Somalia.

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